Algo que a menudo me he preguntado es si realmente es bueno contar calorías. Muchos nos obsesionamos con ello cuando se trata de intentar adelgazar, pero creo que estamos cometiendo un gran error. Explorémoslo juntos en este artículo.
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Qué es el conteo de calorías
Por si no sabes a qué me refiero, esta es una tendencia que tienen muchas personas, incluso deportistas, de intentar controlar todo cuanto comer. Dado que, para algunos, adelgazar consiste en quemar más calorías de las que se consumen, hay una obsesión por las calorías.
Se tiene en cuenta una media diaria (estimada) de quemada de calorías en la persona, y a partir de ahí se decide qué alimentos y en qué cantidad o combinación se consumen.

Para saber cuántas calorías tiene un alimento debes multiplicar la cantidad de gramos de carbohidratos que tiene el alimento por 4, así como los gramos de proteína por 4 y el total de grasas por 9. Esto es así porque cada gramo de carbohidrato o proteína tiene 4 calorías, y cada gramo de grasas tiene 9.
Sumando los valores de las tres partes, acabas con el número de calorías que tiene el alimento. Para empezar, esto ya sería un cálculo bastante general, como puedes ver. Es fácil de recordar y de hecho se suelen indicar el número de calorías que contienen la mayoría de productos.
Es lógico que, ante esta facilidad, muchas personas estén contando calorías, pero podría no ser muy buena idea…

¿Por qué NO es bueno contar las calorías?
En primer lugar, no es bueno contar las calorías porque es irreal y reduccionista. No es verdad que quememos todos lo mismo ni los mismos días, ni que adelgazar sea algo tan sencillo como consumir menos calorías de las que consumes. Ni de lejos.
Si esto fuera así, no sé qué pintarían los expertos en nutrición haciendo largas carreras, dando servicios de dietas personalizadas o ganándose la vida con ello ya sea a través de sus servicios o libros. Es que si lo piensas, no tiene sentido.
La nutrición es compleja, igual que lo es muchas de otras ciencias que existen. De cosas como esta te das cuenta cuando te paras a pensar en qué alimentos son más nutritivos o quieres comer más sano.
La realidad es que tu cuerpo se adapta a tu consumo de calorías. Si comes más, acabas quemando más calorías, si comes menos cantidad, quemas menos.
Es más, las calorías no son algo fijo. Por suerte o desgracia, son algo que en realidad no podemos controlar, por mucho que la gente se empeñe. ¿Alguna vez has comido una naranja más dulce de lo habitual? Eso es porque contenía más carbohidratos.
Los macronutrientes, que es como se llama a los carbohidratos, las proteínas y las grasas, en realidad son componentes difíciles de medir en cualquier alimento. Los números que nos aportan los fabricantes son un estimado, y puede que solo sean una media. También usamos una media cuando nos referimos a la cantidad de calorías quemadas.
Al final, todo son aproximaciones y realmente estás jugando con datos inventados. Estimaciones que pueden estar equivocadas, porque hasta el número de calorías del macronutriente puede variar.

La nutrición es compleja
Afronta la realidad, no puedes controlar tu ingesta de calorías. Todo depende de muchas variables, como tu peso, la cantidad de energía que quemas, cómo la quemas, qué has comido recientemente y cómo esto te ha afectado durante el día (lo que, directa o indirectamente influye en tu capacidad para quemar).
Tu organismo puede no absorber bien la energía o calorías que han entrado en él a través de ciertos alimentos. El metabolismo que tienes en tu cuerpo puede ser radicalmente distinto del de otro.
Esas variaciones de persona a persona en realidad ya las sabes. Hay personas que comen sin parar y no engordan, y otras que parecen engordar con el aire. No es normal ni mentalmente sano obsesionarse con un criterio que no es aplicable a todo por igual. De ahí que salgan tantos problemas de bienestar relacionados con la alimentación (y de ahí que siempre te recomiende consultar a un especialista sobre nutrición en vez de consultar por internet).
La realidad es que la biología no es algo matemático. A menos que pudieras controlar todas las variables (algo que hoy en día sería imposible, además de absurdo) sería imposible saber cuántas calorías consumes y quemas exactamente. Una vez lo superes, darás un gran paso.

¿Cómo conseguir déficit calórico sin contar calorías?
Como ya te decimos, no deberías contar calorías, y por eso es que muchos seguramente se preguntarán. Ok, Nick, ¿pero ahora cómo adelgazo?.
En primer lugar, busca a un nutricionista, no hay mejor consejo que ese. Él te sabrá orientar mejor que nadie porque estudiará tu cuerpo y tus necesidades concretas (si es un buen profesional, claro). Partiendo de ahí, obtendrás los mejores resultados.
Ahora bien, si quieres empezar YA a conseguir cierto déficit calórico (que es como se le llama al quemar más calorías de las que consumes), aquí van algunos consejos:
Come comida REAL
No solo para adelgazar, sino también por tu SALUD, es importante que te alimentes con comida real. Lo he dicho antes y vuelvo a insistir. Este tipo de comida te saciará y nutrirá como ninguna otra, ya que la comida natural es para la que tu sistema digestivo está mejor preparado.
Proteínas, las justas y necesarias
Ni demasiado ni insuficiente, deberías de comer siempre algo de proteína para tener cierto aporte energético en tu dieta. No solo te protege ante la posible pérdida de músculo durante el adelgazamiento, también es algo sano para tu organismo.
Sin embargo, no te tomes esto al pie de la letra y empieces ahora a consumir carne como un loco. Es importante que siempre comas un poquito de proteína, no hace falta tanta como la que consumimos la mayoría de nosotros. En realidad, siempre deberías priorizar otros componentes en tu plato, como las verduras o la fruta.

Incluye recargas
Los expertos recomiendan incluir recargas en la dieta para evitar que el cuerpo se adapte y cree el temido efecto yo-yo. La recarga consiste en períodos donde el número de calorías consumidas es alto, lo que puede ser una visita sorpresa al McDonalds o una pizza de 17 quesos.
Es una manera de evitar que el cuerpo se acostumbre a la falta de consumo de calorías, ya que de lo contrario el metabolismo se ralentizaría.
Esto también se conoce como cheat meal o comida trampa. También se convierte en algo necesario cuando tu fuerza de voluntad está por los suelos tras un gran tiempo de dieta. Hazle caso a tu cuerpo y evita que se vea obligado a adaptarse.
Si no hicieras esto, acabarías quemándote tú (no solo tus calorías) y dejando la dieta mal y pronto, provocando el efecto contrario al que estabas buscando (engordando).
Ayunos intermitentes
Los ayunos intermitentes es algo que hoy en día no hacemos por nuestras costumbres de comer X veces al día o cada X horas. El médico siempre nos dice que debemos comer 5 veces al día, tantas piezas de fruta, etc. Al final, deja poco espacio para el ayuno, algo que muchos animales hacen por instinto.
El ayuno tiene muchos beneficios para la salud, ya hablaremos sobre él con profundidad algún día.
Recuerda todos los consejos que te he dado sobre tu cuerpo, y recuerda no volver a contar calorías. No es solo un autoengaño nocivo para tu salud, también es malo para el cumplimiento de tus objetivos nutricionales.