Una de las cosas que más he oído de mis madres y abuelas es que la sal engorda, y de hecho parece que sea así porque ellas la evitan a toda costa, pero ¿realmente es así? Hoy, en este artículo, investigaremos juntos esta afirmación hasta llegar a una conclusión.

La sal, el condimento válido para todo

No es que sea precisamente un experto en cocina, pero siempre que quiero resaltar un sabor la sal está ahí para mí, lista para ser usada. ¿Has probado alguna vez algún alimento sin sal?

Muchos la utilizamos en todos y cada uno de nuestros platos, de alguna manera nos hemos vuelto adictos a la sal, y ya no sabemos vivir sin ella. De hecho, se ha convertido en el condimento más importante. Por eso creo que es vital saber qué estamos añadiendo exactamente a nuestra comida y cómo nos puede estar afectando.

Una de las formas en las que podemos averiguar el posible peligro de la sal está en ver cuál es su origen y si esto tiene algún significado negativo para nosotros.

la sal es buena

¿De dónde viene la sal?

La sal común, también conocida como cloruro de sodio (NaCl) se consigue de varias formas actualmente:

  • Evaporación de agua salada, dejando solo los residuos de sal.
  • Extracción directa de la roca conocida como halita.
  • Obtenida a partir de las gramíneas, lo que da lugar a la sal vegetal.

Sus orígenes son más antiguos de lo que puedas llegar a pensar, y es que en el siglo XVII a.C., en China, ya se utilizaba y se comercializaba. Llegó a Europa con las rutas de distribución que estableció el Imperio Romano y así se fue extendiendo hasta convertirse incluso en una moneda de cambio. De hecho, con ella se pagó a los trabajadores durante mucho tiempo, de ahí el origen de la palabra salario.

La utilidad actual de la sal no se limita a su uso como condimentos o conservador de alimentos, también se reparte en carreteras en pleno invierno para derretir la nieve, en grandes cantidades.

Por tanto, es normal concluir que la sal ha sido y sigue siendo un mineral muy importante para nosotros.

la sal engorda

Los problemas que acarrea el exceso de sal

Según los expertos, el exceso de consumo de sal aumenta la compresión y tensión de los vasos sanguíneos (genera hipertensión arterial), lo cual es malo para cualquier persona con problemas del corazón.

Además, por el exceso de sodio en el organismo que provoca la sal, el riñón suele reaccionar reteniendo más agua para diluirlo, lo que provoca una mayor retención de líquidos.

Si quieres saber muchos más detalles sobre el efecto de la sal, te recomiendo que mires este fantástico documental:

Por tanto, ¿la sal engorda?

La sal sí que engorda. A pesar de que este condimento no tiene calorías de por sí, los efectos que provoca en el organismo como la retención de líquidos sí que favorecen de forma indirecta la obesidad y otros problemas asociados.

Como ves y ya te he dicho en el pasado, no todo en la vida es contar calorías. Para adelgazar y conseguir un cuerpo sano y fit no puedes dejar de lado la calidad de los alimentos que consumes.

Como la sal engorda, ¿vamos a tener que dejar para siempre de comer alimentos con sal? Pero, ¿qué será de tu paladar sibarita si esto ocurre?, ¿acaso no hay ya muchos alimentos que incluyen sal por defecto?

la sal engorda

¿Cuál es la cantidad ideal de sal?

La realidad es que la sal puede ayudar a mantener tu organismo mejor hidratado y a regular los fluidos del organismo. Un poco de sal no tiene por qué ser mala, pero por supuesto tampoco es positivo el exceso.

Según la OMS lo ideal es no consumir más de 5 g de sal al día, lo que equivale a una cucharada

En España, como en muchos otros países latinos, nuestro consumo medio de sal es de casi el doble de lo recomendado, es algo a tener en cuenta. No es de extrañar, puesto que nuestra cocina está plagada de procesos avanzados en los que la sal es una de los protagonistas, ya que realzan un sabor que pretendemos hacer más intenso. Sin embargo, lo ideal sería que lo equilibrásemos un poco más… o que al menos escogiéramos la condimentación más sana posible.

Tipos de sal que existen

Aunque pueda parecer inevitable consumir un exceso de sal, siempre podemos explorar un poco para tratar de mejorar un poquito nuestra situación. Exploremos un poco más el mundo de la sal y veamos así cuál podría ser la mejor alternativa que puedes llegar a consumir:

  • Sal de mesa: Esta es la sal común y la que más utilizamos en la cocina o directamente la añadimos durante las comidas. Tiene un 95% de cloruro sódico, por lo que la concentración es muy elevada, y eso la convierte en el tipo de sal que más retención de líquidos provoca.
  • Sal marina: Obtenida a partir de la evaporación del agua de mar. Tiene una composición más rica en minerales, con yodo, sodio, flúor y cloro, principalmente. Gracias a su mayor riqueza, se trata de una sal algo más saludable que la sal tradicional de mesa, aunque tampoco es bueno abusar de ella.
  • Sal yodada: La sal yodada está enriquecida con yodo, que es un mineral muy beneficioso para el organismo y mejora la regulación del metabolismo, así como a la protección del sistema nervioso. Lo único malo de esta sal es que no tiene mucho sabor y puede provocar que abuses de ella.
  • Flor de sal: La flor de sal se obtiene en las salinas marinas de forma artesanal. Puede ser una de las sales más caras, pero según algunas pruebas parece ser que no causa retención de líquidos.
  • Sal del Himalaya: Sal específica de Pakistán, que contiene unos 80 oligoelementos y minerales. Muy rica en nutrientes aunque lo mejor es no abusar, como con cualquier alimento.
la sal engorda

¿Cuál es la sal para no engordar?

Si realmente te gusta mucho la sal, pero no quieres que eso te engorde, la recomendación más obvia es que a partir de ahora intentes comprar siempre flor de sal, ya que esta parece no provocar la temida retención de líquidos.

Sin embargo, ¿es esta la única alternativa?

Alternativas a la sal

Para evitar que abuses de la sal siempre puedes usar otros condimentos que imiten o sustituyan su añadido y aumenten la variedad de alimentos en tus comidas. Eso no solo hará la cocina mucho más divertida, sino también más sana:

  • Limón: Un potente y sano condimento que aporta una dosis de vitamina C a cualquier plato.
  • Menta: Una planta con mucha personalidad y frescura, ideal para consumir con calor. Ten en cuenta que será uno de los protagonistas principales en el gusto del plato donde se añada.
  • Curri: Especia muy rica y exótica que no por casualidad han usado y valorado mucho las culturas orientales durante miles de años.
  • Ajo y perejil: Sustitutivo muy rico de la sal, que además tiene propiedades diuréticas y que te ayudan a combatir bacterias en tu organismo.
  • Nuez moscada: Perfecto en ciertos platos dulces.
  • Hierbas provenzales: Muchas personas disfrutan de la cocina con condimentos como el orégano, tomillo, romero, albahaca, etc. Tienen una gran variedad de propiedades que tu organismo te agradecerá.

Por supuesto, también una forma de reducir el consumo excesivo de la sal es dejar a un lado los alimentos precocinados y empezar a cocinar tu propia comida. Verás cómo te sientes mejor y empiezas a bajar de peso (y también es una cocina más barata). Si quieres saber más sobre el tema léete nuestro que trata el tema de cómo comer más sano.

Ahora que ya sabes que la sal engorda de forma indirecta, no te queda otra de cambiar de estrategia a la hora de cocinar y mejorar así tanto tu salud como tu calidad de vida.