Como lo has oído, posiblemente hayas tenido amaxofobia hasta ahora y tú sin saberlo. Por eso no te consigues sacar el carnet… ¿o no?
En este artículo te explicaré este miedo, que es mucho más común de lo que muchos pueden reconocer, y veremos qué puedes hacer si lo tienes.
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¿Qué es la amaxofobia?
El título ya te lo dice, pero remarquemos que la amaxofobia es el miedo a conducir. De hecho, “amaxo-” significa coche o vehículo, y por supuesto “-fobia” significa miedo.
Es un verdadero problema, porque al tener miedo a conducir no quieres hacerlo, y como es evidente no podrás coger un coche para desplazarte.
Cuando hablamos de una fobia no se trata de “tener reparo”, simplemente (algo que nos ha pasado a muchos con el coche), sino llevar el miedo a un nivel patológico, a niveles muy altos, tanto como los que te describiré más adelante.
Teniendo en cuenta las grandes ventajas que supone ir en coche, reduce tanto tu autonomía como persona, como posiblemente también la posibilidad de conseguir trabajos en los que se requiera cierto desplazamiento o la licencia de conducción (al menos en España suele pedirse).
En otras palabras, el miedo a conducir es mucho más que una fobia. Es limitante, tanto que hace sufrir a la persona que la tiene, ya que no la deja tener el mismo tipo de vida que alguien sin ella.

¿Qué causa la amaxofobia?
Según los especialistas en psicología del conductor, la amaxofobia suele ser algo que aumenta con el paso del tiempo, y que suele estar causado por alguna situación traumática, como el hecho de presenciar un accidente de tráfico.
Esto significa que, a pesar de que un conductor novel pueda sentir muchos nervios en carretera, puede ser que no sufra amaxofobia sino el típico estrés de cuando tienes que hacer algo que te cuesta.
Además, también hay ciertos rasgos de la personalidad o de la persona que pueden predisponerla a sufrir este tipo de problema:
- Perfeccionistas, con rigidez mental.
- Pensamientos muy negativos. Expectativas que lo condicionan.
- Tienen una percepción equivocada y exagerada del tráfico, y todo lo consideran un peligro.
- Estrés
- Baja autoestima
- Ansiedad generalizada
- Fobia social
¿Cómo saber si tienes amaxofobia?
Te reconozco que yo creía que tenía amaxofobia, porque siempre me da cierto miedo conducir, y me costó mucho sacármelo por lo difícil que me resultaban las prácticas (me ponía muy nervioso el día del examen, y yo cuando me siento observado la suelo pifiar).
Lo cierto es que tras investigar un poco he visto que no es mi caso (y espero que el tuyo tampoco) porque puedo hacer una vida normal con el coche.
Al fin y al cabo, conducir no es una tarea fácil, sobre todo si aún no has automatizado todos los movimientos, así que es normal sentir cierta activación.
Si me pongo a mirarlo en serio, no tengo los síntomas que realmente hacen notar que es un miedo patológico:
- Ansiedad y nervios al coger el volante, a pesar de tener experiencia.
- Falta de aire al respirar.
- Sudan mucho las manos.
- Aumenta drásticamente el ritmo cardíaco.
- Los brazos y piernas tiemblan.
- Dolores musculares.
Yo sufrí muchos nervios en mis primeras clases de conducción, pero esto es un problema muy habitual. Al principio, cuando conduces un coche por primera vez, te puedes sentir intimidado, pero justo lo mismo puede pasar en muchos otros contextos y eso no significa necesariamente una fobia.
Lo cierto es que puedes ser perfectamente funcional si, a pesar de ponerte nervioso como yo antes de coger el coche, te tranquilizas a los 5 minutos, cuando ya estás en pleno vuelo.
No obstante, soy de pueblo, y si tuviera que viajar a Barcelona cada día, sé que las primeras semanas pasaría una ansiedad terrible al entrar en la gran ciudad. Eso no me hace tener amaxofobia, sino odio al follón de ciudad, como yo lo llamo. Lo bueno sería que me acostumbraría (de hecho, así fue cuando iba a la universidad.
Algunos casos de amaxofobia suelen darse más, de hecho, en conductores con experiencia. Como digo, esto es porque ese miedo va creciendo con el tiempo, y se convierte en patológico tras vivir experiencias traumáticas o muy estresantes, aunque a veces es un miedo latente que va creciendo. La mayoría de veces estas personas dejan de conducir después de llevar incluso dos años con el carnet.
Es una lástima, por todas las razones que he explicado sobre las ventajas de tener coche propio y ser LIBRE. No podemos dejarlo así, ¿no crees? Veamos qué se puede hacer.

¿Cómo se trata la amaxofobia?
Para tratar cualquier fobia yo siempre recomendaré ser serios y consultar a un especialista. No podemos ir por la vida creyendo que un artículo de internet va a solucionarnos la vida. Al fin y al cabo, cada persona es un mundo y resulta IMPOSIBLE tener la solución para todos.
Dicho esto, este problema tiene solución. Aquí van algunas claves que podrían aplicarse, o no, a tu caso:
- Toma conciencia del problema, informándote primero con artículos como este. Buen primer paso, amigo.
- Aprende técnicas de relajación para tener como recurso para calmarte. Te puede ser muy útil nuestro artículo sobre cómo meditar.
- Enfrenta tu miedo en el mundo virtual. Para esto, los videojuegos SÍ que pueden ser útiles. Si puedes, usar controles y juegos lo más realistas posibles. Existen muy buenos simuladores.
- Considera hacer algún curso de conducción para reforzar tu confianza como conductor. Pide que te enseñen desde cero si lo ves necesario.
- Exponte poco a poco a la situación real. Primero acércate a tu coche, otro día siéntate en el volante, otro día llega a encender el coche… todo lo que te sientas capaz de hacer.
Te repito que un psicólogo puede ayudarte mucho a superar cualquier fobia, no solo esta. Asegúrate de dejarte guiar por gente que de verdad sepa lo que hay que hacer en tu caso concreto. Como digo, los consejos de internet están muy bien, pero no sirven para todos.
Estos son algunos casos prácticos de personas reales que describen muy bien este problema y para que veas cómo lo han solucionado.
¿Cómo ayudar a una persona con amaxofobia?
Si conoces a alguien con este problema y ahora mismo estás leyendo estas palabras, pásale este artículo y recomiéndale visitar a un especialista.
Que no tenga ningún complejo, porque la última vez que lo miré, el número de conductores que sufren este problema es de más del 25%, y no buscar ayuda es NO solucionarlo. Lo mejor es que es una fobia fácil de superar para la mayoría de la gente, pero hay que meterle ganas.
Todos necesitamos volver a sentir seguridad y libertad conduciendo, así que acompáñalo/a en este viaje de superación personal. Para ayudarlo, asegúrate de armarte de paciencia y comprensión.
Como ves, el miedo a conducir o amaxofobia no es moco de pavo. Dale una vuelta (nunca mejor dicho) y supera o ayuda a superar este problema antes de que siga empeorando. Te deseo lo mejor.