El ataque de ansiedad o ataque de pánico es un verdadero problema y la verdad es que no se lo deseo a nadie. Por desgracia, hay muchas personas que a menudo tienen este problema, que es limitante para su vida a un nivel que ni nos podemos imaginar.

¿Qué se siente en un ataque de pánico?

En esencia, lo que se siente durante un ataque de pánico es angustia y miedo. Sin embargo, creo que vale la pena entrar en detalles sobre cuáles son los síntomas, dado que saber identificarlos puede ayudarte a detectarlos cuando están ocurriendo y a conseguir reaccionar para calmar a esa persona, ahorrándole unas horas de agotador trauma y sufrimiento, que es la duración a la que pueden llegar estos ataques.

Esto es importante porque los ataques de pánico suelen confundirse con un ataque al corazón. Y pueden generar problemas como depresión o ansiedad, de las cuales ya hemos hablado antes.

ataque de ansiedad

Síntomas de los ataques de pánico

Utilizando solo fuentes médicas como Medline o Mayoclinic, los síntomas que se relacionan con los ataques de pánico son los siguientes:

Molestias o dolor en el pecho

Con el aumento de la activación en la persona, la adrenalina y el cortisol aumentan en la sangre, lo que hace que tengamos dolores en el pecho y la sensación de no estar respirando bien. También se debe a una mayor tensión muscular y una aceleración de la circulación de la sangre.

Mareos y sensación de desmayo

Como es natural, cuando estás muy agitado, respirar rápido y tu sangre va como un bólido, empiezas a sudar y a sentir que pierdes el equilibrio. Te faltan las fuerzas y parece que en cualquier momento podrías perder la conciencia. Lo malo es que en los ataques de pánico esto solo se basa en una sensación y realmente no siempre se acaba, sino que el ataque sigue.

Miedo a morir

Una creencia que le ocurre a muchas personas con un ataque de ansiedad es el miedo a morir. Este está causado por una activación muy elevada del cuerpo, que alarma a la persona y retroalimenta el ciclo del miedo que mantiene este estado tan extremo y agotador.

Miedo a perder el control

Si la persona está muy agitada, también puede alimentarse del miedo a perder el control de sí mismo. Por ejemplo, puede creer que será muy agresivo con cualquiera que se le acerque e intentará alejarse para no hacer daño a nadie ni salir herido.

Sensación de asfixia

¿Has probado alguna vez a alterar tu forma de respirar, haciéndolo muy rápido? Seguro que sentías mareos. Por supuesto, si empiezas a respirar muy rápido es posible que empieces a sentir que te falta el aire.

Esto es muy común cuando estás alterado, en cuyos momentos puedes querer buscar espacios vacíos para sentirte menos agobiado y respirar mejor.

Temblores, taquicardia

Durante estos ataques también es normal presentar síntomas físicos como los temblores o la taquicardia (palpitaciones). Al fin y al cabo, tu cuerpo reacciona frente a esta activación tan bestia.

Sentimientos de irrealidad

Un síntoma que me parece muy llamativo, sobre todo porque lo he experimentado alguna vez por falta de sueño o de estrés, es la desrealización, o sentimientos de irrealidad.

Esto es difícil de explicar si no lo has vivido, pero es un cambio en tu percepción, que te lleva a ver el mundo que te rodea como algo extraño y que apenas reconoces. No tienes la cabeza clara del todo, como si hubiera un velo que te cubre por completo y te impide recibir bien la información sobre el mundo, aislándote de todo.

Por supuesto, cuando tienes un ataque de ansiedad puedes tener este síntoma y no debes preocuparte, porque solo lo alimentarás. Es una forma que tiene tu cerebro de abstraerse, y siempre es temporal. Cuando te calmes, volverá a la normalidad.

Náuseas y malestar estomacal

Cualquier mareo puede llevar consigo también malestares estomacales y náuseas.

Entumecimiento u hormigueo en manos, pies o cara

La falta de respiración y la circulación sanguínea exagerada, así como el miedo, pueden provocar entumecimientos en parte de tu cuerpo. Esto asusta a muchas personas, pero no hay que olvidar que es algo generado por la mente y las consecuencias físicas del propio ataque de pánico.

Sudoración, escalofríos o sofocos

Cuando estás así es normal ponerte a sudar, aunque sea invierno y haga mucho frío. Por supuesto también puede darse el efecto de tener escalofríos, como si tuvieras mucha fiebre. Con agobio también se ven muchas personas con sofocos.

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¿Cómo controlar un ataque de pánico?

Creo que una vez has identificado los síntomas de un ataque de pánico (tuyo o de algún amigo) lo importante es saber reaccionar.

Mantén la calma

Sé que a muchas personas les pone negras que le digan que estén tranquilas cuando están nerviosas. Es como decir “no estés triste” a alguien con depresión, lo sé, pero es una afirmación que puede llevarnos a reflexionar sobre cómo nos estamos tomando la situación y a empezar con un cambio a mejor.

Respira profundamente

Practica los principios de la meditación que te explicamos hace un año y verás cómo te relajas muchísimo:

  • Siéntate o estírate en un lugar tranquilo
  • Cierra los ojos para bloquear cualquier distracción
  • Respira profunda y lentamente
  • Sé consciente de distintas partes de tu cuerpo, como si realizases un escáner

Este simple ejercicio podría abstraerte de tu ataque de pánico y calmar en poco tiempo toda tu activación física, reduciendo lo peor de tu situación y aflojándote las tuercas.

Céntrate en lo positivo

Lo hemos dicho miles de veces, pero ser más positivo en la vida diaria te hará más feliz y pleno. También te ayudará a desviar la atención sobre aquello que te genera más ansiedad durante un ataque.

Visto desde el punto de vista correcto, puedes sacar conclusiones positivas de cualquier cosa. Fíjate en las cosas positivas que sacamos de la pandemia, por ejemplo.

Haz ejercicio

A veces, la mejor manera de bajar tu ansiedad y mejorar tu estado de ánimo está en quemar ese exceso de energía que te ha llevado al ataque de pánico. Haz alguna rutina de forma habitual para que las endorfinas te ayuden a enfrentar este problema, y verás cómo mejoras de forma natural, como parte de los beneficios que tiene hacer ejercicio físico.

Toma té calmante

La manzanilla, la lavanda o incluso la tila pueden usarse como un remedio natural cuando sabes que van a aparecer ataques de pánico. Hacerte una infusión de estas plantas, o incluso oler el aroma que sale de ellas, te ayudará enormemente a tranquilizarte y bajar la activación base de tu cuerpo.

De corazón, espero que todo esto te ayude a ti o algún amigo/a a enfrentar mucho mejor los síntomas de los ataques de pánico o ataques de ansiedad ¡Mucho ánimo y seguro que los superas si pones todo esto en práctica!