Hay un concepto japonés llamado ikigai que últimamente comparto siempre que alguien en un grupo empieza a sacar el tema de si es mejor trabajar por dinero o por pasión. Esta es mi respuesta definitiva a ese supuesto dilema que ni siquiera debería de existir.

¿Qué es ikigai y en qué consiste?

Según Tim Tamashiro, El ikigai podría traducirse casi literalmente como tener una vida que merezca la pena o sentido de la vida (iki = life, gai = worth, life’s worth), aquello que vale la pena hacer en la vida, un propósito.

Aquí tienes una TED Talk donde lo explica:

How to Ikigai | Tim Tamashiro | TEDxYYC

A mi gusto, se queda demasiado en la superficie del concepto, yo quiero profundizar un poco más, porque no es solo algo “exótico” que han inventado los “chinos”, sino que es mucho más valioso de lo que parece. No es solo sabiduría oriental, sino que se trata de un posible cambio de paradigma en nuestra forma de entender la vida.

Piensa, por un momento, qué es lo que te mueve a hacer lo que haces. No estoy hablando de “ganar dinero” o “mantener a mi familia”, eso son simplemente tu instinto de supervivencia hablando por ti. Me refiero a aquello que te hace mirar con esperanza al futuro y a pensar que las cosas irán a mejor. No importa tampoco si aún no lo has encontrado, porque espero ayudarte a encontrarlo con este artículo.

En los siguientes puntos veremos con mucha más profundidad esto y mucho más. De hecho, me tendrás a mí como ejemplo, ya que he aplicado este concepto en mí mismo durante años, y no podía ser más feliz.

¿Qué te enseña el ikigai?

El ikigai enseña muchas cosas, pero lo principal es que la felicidad consiste en hacer lo que es ideal para ti. Eso significa encontrar justo aquello que te permite estar en equilibrio contigo mismo y en el mundo. Aquello que es tu ikigai está justo en la intersección entre 4 factores. Me he permitido el lujo de ponerles nombres para hacerlo más ameno:

  • Diversión: Lo que te gusta.
  • Habilidad: Lo que se te da bien.
  • Necesario: Aquello que el mundo necesita.
  • Valorado: Aquello por lo que la gente está dispuesta a pagar.

Aunque cada factor puede pisarse con otros y generar un futuro que te parezca viable (como una pasión o una profesión), es cuando está todo en equilibrio que realmente tienes un ikigai. Lo puedes ver visualmente en el siguiente gráfico:

gráfico sobre el ikigai

Debes entender que el ikigai es casi un estilo de vida centrado en vivir haciendo lo que más te apetece, equilibrándolo siempre con la utilidad que eso pueda tener en la sociedad.

¿Quieres encontrar tu ikigai?, estoy seguro de que sí. No te preocupes, en los siguientes puntos entenderás mejor el concepto para que puedas empezar a explorar en ti mismo y te daré mi ejemplo para que puedas hacer el ejercicio de encontrar tu ikigai.

Aunque parezca complicado de encontrar el ikigai, no lo es tanto. Primero déjame profundizar un poco más en el significado que puede tener el ikigai en tu vida y luego te hablaré de mi caso para que lo tengas de ejemplo.

El ikigai aumenta tu esperanza de vida

¿Qué pasaría si fueras feliz?, pues obviamente, querrías continuar con esta gran aventura que es la vida. No sé si lo recordarás, pero hace un tiempo escribí un artículo (que hoy vería incompleto) sobre cómo aumentar tu esperanza de vida. Me dejé algo tan importante como encontrar el sentido de tu vida, tu ikigai. De hecho, el descubrimiento de esta palabra está muy relacionado con la longevidad.

Hay un autor, Francesc Miralles, que explica desarrolla muy bien esto de la esperanza de vida relacionada con el ikigai. Además, es uno de los principales impulsores de que este concepto en España:

Francesc Miralles: IKIGAI - Los secretos de Japón para una vida larga y feliz

Las conclusiones de este vídeo no me parecen del todo acertadas, se nota que no lo han acabado de entender.

Mejor dejemos que sea el propio autor quien lo explique en pocos minutos:

Dos palabras japonesas para vivir mejor. Francesc Miralles, escritor

Esta es la conferencia que comenta sobre Randy Pausch, por si la quieres ver:

Randy Pausch Last Lecture: Achieving Your Childhood Dreams

Si te interesa, aquí tienes toda la entrevista de BBVA (son muy buenas). Te recomiendo verla con atención y aprender, sobre todo si quieres conocer con más profundidad su punto de vista:

V. Completa. Una filosofía ancestral para la vida. Francesc Miralles, escritor

Cómo encontrar tu ikigai: ejercicio

Para encontrar tu ikigai, tienes que definir esos cuatro factores tan importantes en tu vida.

Un ejercicio que me gustaría proponerte es que hagas una lista extensa sobre cada uno. Define bien:

  • Qué te gusta hacer
  • Qué se te da bien
  • Qué necesita el mundo
  • Por qué cosas la gente te pagaría

No importa cómo de larga sea la lista. El objetivo es que te explores a ti mismo y seas consciente de tus habilidades y gustos, hasta tal punto de empezar a ver patrones.

Te recomiendo que empieces por el orden que te he puesto: empieza definiendo qué cosas te encanta hacer, y luego define qué se te da bien.

Ojo, es posible que no haya nada que se te dé bien y que te guste hacer, no pasa nada: todo eso puede cambiar si te formas y ganas suficiente práctica.

Luego, manteniendo en tu cabeza en los dos factores anteriores, empieza a expresar qué cosas crees que el mundo necesita. No de ti, sino en general.

Ahora, pregúntate por qué cosas la gente podría pagarte. Esto significa que la gente lo valora suficiente como para pagar por ello, o que nuestra sociedad lo acepta como un servicio o producto por el que se tiene que pagar.

Una vez tengas esos cuatro factores definidos, estúdialos. Lo más probable es que, si te pasó como a mí, ya haga tiempo que lo tienes rondando por la cabeza, y solo necesitabas este empujón para reconocer que quieres y puedes dedicarte a ello. Te quedará mucho más claro con mi ejemplo.

ordenador portatil con un libro sobre el ikigai al lado

Un ejemplo de ikigai: mi caso

Si leíste el artículo que escribí con gran ilusión sobre cómo vivir de tu pasión, te habrás dado cuenta de que el ikigai es un concepto que ya mencioné en el pasado.

De hecho, llevo trabajando en él durante muchos años, y justo ahora estoy escribiendo este artículo porque me siento inspirado, y porque está cambiando. Ahora que estoy en el umbral de un cambio, puedo ser más consciente de lo que he vivido y de lo que supone para mí un ikigai.

Creo que hay diversas maneras de explicarte mi ikigai, pero quizás la más sencilla sería primero hablarte sobre mis cuatro áreas y luego entenderás perfectamente cuál es el área central y por qué.

Lo que te me gusta

Me gustan y me divierten muchas cosas, como a todo el mundo. Centrándome en una sola cosa (aunque podría definir 30 o 40), me encanta la actividad de aporrear el teclado, de escribir. Me genera placer algo tan tonto como eso

Desde que era muy pequeño y me dieron mi primer teclado, siempre me ha gustado hacerlo, y de hecho recuerdo cómo buscaba excusas para escribir cualquier cosa, con tal de seguir experimentando esta sensación.

No lo puedo remediar, soy una persona muy táctil (sobre todo en las manos), me gusta sentir la presión de las teclas bajo mis dedos, y tras obtener un teclado mecánico esto solo ha hecho más que hacerse más notorio.

Cuando empecé mi ejercicio de ikigai, me planteé “si tuviera que hacer algo el resto de mi vida, sin que el dinero fuera un condicionante, ¿qué haría?”, obviamente la primera palabra que surgió fue ESCRIBIR.

Ya, pero escribir, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿por qué?, ¿cómo hago que funcione?

Lo que se me da bien

A ver, no me considero ningún Cervantes ni un genio de la escritura (cometo fallos como cualquiera), pero se me da especialmente bien hacer las cosas amenas y explicar con la escritura. Esto es algo que me hace destacar sobre el resto, y seguramente solo se deba a la experiencia (por el placer de escribir, yo ya llevaba 10 años creando blogs e historias así), sumado quizás a un poco de talento.

Se me da bien poner en palabras escritas aquello que pienso y siento, y se me da bien “leer” a la gente, comprenderla, empatizar con ella y poner en palabras lo que están intentando explicar.

También, como parte de mis pasiones y estudios, conozco con profundidad el tema de la etología canina y felina, y también por mi experiencia en escritura profesional he ganado mucha habilidad enseñando a mis compañeros a hacer que su negocio de redacción salga mejor.

Aquello que el mundo necesita

Podríamos decir muchas cosas, pero centrándonos de nuevo, el patrón sigue en pensar que una persona a la que le encanta escribir y se le da bien “amenizar” o plasmar en palabras sencillas cosas complejas… ¿qué puede aportar al mundo? Creo que el mundo necesita que la ciencia se popularice más y se combata la falsa información.

Una primera idea ha sido dedicarme a la divulgación científica, escribiendo libros y blogs para explicar de manera amena algunos conceptos intragables sobre etología.

También creo que el mundo necesita a más y mejores divulgadores, en cualquier área.

Aquello por lo que la gente paga

La gente me ha estado pagando por escribir para sus negocios y hacerles conseguir llegar a más gente, haciéndoles ganar tráfico y visibilidad. He ayudado también en diversos proyectos de divulgación sobre bienestar animal.

También voy vendiendo algunas copias de mis libros de divulgación científica. Sin embargo, tampoco parece que se valore tanto, porque como divulgador tampoco estoy haciéndome de oro.

Mi ikigai

Hasta ahora, mi ikigai, que definí hace varios años, ha sido dedicarme a la divulgación científica en etología para combatir el malestar en animales, principalmente educando a cuidadores de perros y gatos con información amenizada de algo que sería normalmente muy técnico y difícil de entender.

No obstante, hay varios pilares que se han movido ahora con la llegada de la inteligencia artificial. De hecho, la propia IA será el mejor divulgador posible, ya que le acabarás pudiendo hacer cualquier consulta y ella misma se leerá los libros que quieras, y te lo explicará como te dé la gana. Yo puedo ayudar a que eso pase, y lo haré, pero ese futuro significa que mi labor deja de tener sentido a largo plazo.

Por tanto, mi pilar de “lo que el mundo necesita” y “por lo que la gente paga” quedan bastante desfasados ahora. Mi ikigai cambia, ¿hacia dónde?, pues, repasando mis valores y explorando para ver qué tiene lógica ahora, he decidido que será formar y ayudar a otras personas a aumentar el valor de aquello que crean y escriben, procurando así multiplicar el posible valor que puedo aportar yo a la sociedad como individuo y esparciéndolo por muchas más personas, ya no solo para divulgar, sino también para que disfruten de esta actividad que es redactar. Tal vez sirva para que se puedan ganar la vida con ello, o si eso acaba siendo imposible porque todos los trabajos desaparecen, simplemente sea para que puedan seguir disfrutando de este placer, sintiéndose útiles.

Así, sigo escribiendo, exploto algo que se me da bien, hago algo que mucha gente necesita y seguramente lo pueda convertir en algo rentable, más allá de cualquier encargo que pueda hacer como redactor freelance (que también seguiré haciéndolos para alimentarme y entender bien a mi público objetivo).

Espero que mi ejemplo sobre ikigai y toda la información que te he compartido hoy te sirva para encontrar el sentido de tu vida. Recuerda que lo mejor que puedes hacer por tu felicidad y calidad de vida está en estas cosas. A mí me cambió la vida, así que vale la pena.