Allá donde mires, hoy en día solo verás correr ríos de tinta con noticias y debates sobre la inteligencia artificial. No es de extrañar, y es que podría suponer un cambio de paradigma de los gordos, algo equivalente a la invención de la imprenta. En los libros de historia y los videojuegos de estrategia del futuro, la civilización habrá dado un gran paso hacia delante con esta tecnología.
Te contaré cuál es mi punto de vista, pero primero partamos de que todos conocemos lo mismo. Así que… ¿qué entendemos por inteligencia artificial exactamente?
Temario
¿Qué es la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial (o, también, IA) es un campo de estudio dentro de las ciencias computacionales que busca desarrollar máquinas y sistemas capaces de imitar o emular las habilidades cognitivas y de razonamiento de los seres humanos. Estas habilidades incluyen percepción, razonamiento, aprendizaje y resolución de problemas.
La IA se ha vuelto cada vez más presente en nuestra vida cotidiana, desde los asistentes virtuales en nuestros dispositivos hasta el análisis de datos en diversas industrias.
El crecimiento de esta tecnología está siendo EXPONENCIAL, y su integración en absolutamente TODOS los trabajos es inminente. Posiblemente, cuando leas esto la IA ya ocupe un porcentaje bastante elevado de lo que hasta hace unos años considerabas tu trabajo. Vamos, que se trata de una revolución industrial e incluso podríamos decir que mucho más. Ya no es solo que vaya a cambiar el trabajo, es que cambiará nuestras vidas.

Los tipos de inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) es un campo en rápida evolución, con diferentes enfoques y clasificaciones. Entre ellos, encontramos la teoría de las tres inteligencias (ANI, AGI, ASI) y las categorías establecidas por Russell y Norvig.
La teoría de las tres inteligencia, que se refiere a su alcance o potencial, incluye:
- Inteligencia artificial estrecha (ANI): También conocida como IA débil, se utiliza en la actualidad para tareas específicas y singulares, como búsquedas en internet, reconocimiento facial y vehículos autónomos. A pesar de su complejidad, sigue siendo limitada y se considera “débil”.
- Inteligencia artificial general (AGI): Se asemejaría a la capacidad intelectual humana, pudiendo realizar cualquier tarea que un ser humano puede hacer. Aprende de la experiencia y puede extrapolar conocimientos a diferentes áreas. Sin embargo, aún no se ha logrado desarrollar una AGI.
- Superinteligencia artificial (ASI): Sería completamente autoconsciente y comprendería a la perfección los comportamientos humanos. Tendría habilidades analíticas y de procesamiento superiores a las humanas, lo que podría llevar a un futuro donde los humanos sean desplazados por robots. Actualmente, la ASI es un concepto teórico y no se ha desarrollado aún.
Actualmente, la mayoría de las aplicaciones de IA se basan en la inteligencia artificial estrecha y aún estamos lejos de desarrollar una AGI o ASI.
Por otro lado, Russell y Norvig clasifican la inteligencia artificial en función de cómo piensan y actúan, dividiéndola en cuatro categorías:
- Sistemas que piensan como humanos: Estos sistemas intentan replicar el pensamiento humano mediante la automatización de actividades asociadas a procesos mentales, como la toma de decisiones, resolución de problemas y aprendizaje. Un ejemplo de esto son las redes neuronales artificiales.
- Sistemas que actúan como humanos: Estas soluciones imitan el comportamiento humano al realizar tareas de manera similar a las personas. La robótica es un ejemplo de este tipo de sistema, donde los computadores ejecutan actividades que actualmente los humanos realizan mejor.
- Sistemas que piensan racionalmente: Estos sistemas buscan emular el pensamiento lógico y racional de los humanos. Un ejemplo de ello son los sistemas expertos, que utilizan algoritmos y cálculos para percibir, razonar y actuar de acuerdo con la información disponible.
- Sistemas que actúan racionalmente: Estos sistemas intentan simular el comportamiento humano de manera racional. Los agentes inteligentes son un ejemplo de esta categoría, ya que se centran en lograr conductas inteligentes en dispositivos y artefactos.
Ejemplos de inteligencia artificial
Hasta ahora, hemos vivido una revolución silenciosa, y la IA cada vez ha estado más presente en nuestras vidas. Ha estado desarrollándose casi sin ser vista, aunque no intentando pasar desapercibida.
Algunos ejemplos que todos conocemos de inteligencia artificial, son:
- Asistentes de voz como Siri, Alexa y Cortana
- Detección facial en dispositivos móviles
- Chatbots interactivos para atención al cliente
- Herramientas de aprendizaje de idiomas como Duolingo
- Análisis de datos en medicina para diagnóstico y tratamiento
- Predicción de ventas y recomendaciones de productos en comercio electrónico
Sin embargo, esto ya casi que hasta huele a rancio. No es broma: La IA está evolucionando de manera exponencial, lo cual quiere decir que aquello que conocíamos hace un mes puede quedar ya muy lejos hoy. Estos ejemplos son solo algo que conocemos porque se han mantenido durante un tiempo, hasta la invención de GPT3 y GPT4.
Hoy en día ya existen inteligencias artificiales que CREAN texto, imagen, audio y hasta vídeo. IAs que transcriben audio en cualquier idioma de manera casi perfecta, o que traducen en muy alta calidad.
Es fácil escribir sobre IA y quedarse desfasado rápidamente, así que me limitaré a mostrarte un par de vídeos donde se explica la tecnología a la perfección y en un directo (largo, aviso) se reflexiona sobre cuál es su posible futuro:
Luego, te recomiendo que investigues por tu cuenta y veas qué novedades hay ahora mismo. Lo más probable es que en estas novedades estén implicadas empresas como OpenAI, Microsoft o Google.
Sabiendo todo esto, seguramente te hayas planteado lo siguiente:
¿Deberías de estudiar inteligencia artificial?
Pues mira, esta es una pregunta muy interesante que es normal que te hagas a ti mismo. De hecho, yo ahora mismo (desde que salió GPT4) estoy en una especie de crisis existencial, donde estoy planteándome dejar la divulgación porque la IA lo hará mejor que yo tarde o temprano, y en vez de eso dedicarme a usarla y aprender todo lo que pueda de la tecnología, quizás para mejorarla en ese sentido. Estoy aplicándome a mí mismo todo lo que te expliqué sobre reskilling y upskilling.
Además, a lo largo de las últimas semanas he estado buscando cursos que puedan ser útiles y, si te digo la verdad, aún no hay ningún curso de inteligencia artificial que pueda recomendar. Hay alguna cosilla por LinkedIn o Coursera, que hablan sobre mentalidad y tal, pero no hay nada que esté actualizado (está todo desfasado), y la verdad es que creo que es casi imposible que no sea así, porque un curso requiere mucho tiempo de documentación y preparación, y es imposible conseguir algo más o menos estable cuando cada semana te explotan la cabeza con innovaciones que lo cambian todo. Por tanto, no creo que hacer un cursillo sea la respuesta que buscas.
Las IAs llegarán no solo para potenciarte en tu trabajo, sino que es posible que acaben sustituyéndote, pero eso será gradual y hay que centrarse en ser estoico: sólo tu capacidad para aceptarlo y adaptarte será lo que te salvará de quedarte sin cosas para hacer. Por tanto, lo que sí deberías de hacer es saber cómo integrarla en tu trabajo, eso me parece muy importante.

Integrando la inteligencia artificial en el trabajo
Integrar la IA en el trabajo puede mejorar la eficiencia y permitir realizar acciones que antes eran imposibles debido a su complejidad. Sigue estos pasos:
- Identifica tareas y procesos que podrían beneficiarse de la IA, como análisis de datos, atención al cliente o planificación de proyectos.
- Investiga soluciones de IA disponibles en el mercado que se ajusten a tus necesidades y sector.
- Evalúa el coste-beneficio de implementar la IA en tu organización, considerando tanto el coste inicial como los posibles ahorros y mejoras en la eficiencia.
- Aplica estas herramientas en tu día a día, integrándolo en tu flow de trabajo.
- No te limites a ayudarte a ti mismo. Capacita a tu equipo en el uso de nuevas herramientas y tecnologías de IA, asegurándote de que entiendan cómo aprovechar al máximo estas soluciones.
- Monitorea el progreso y ajusta tu enfoque según sea necesario, buscando siempre nuevas oportunidades para incorporar la IA en tu trabajo.
Una muy buena manera de empezar con todo esto es, primero, mantenerte al día, informado sobre esta tecnología. Verás que hay muchas noticias y novedades a diario, solo tienes que escuchar y ver qué hay para ti.
Mi opinión sobre la IA
Verás, por si no lo sabes, yo soy redactor profesional. Mi principal fuente de sustento consiste en investigar y escribir aportando información de valor a mis lectores o los de mis clientes. Soy consciente de que mi trabajo está condenado, como el de todo el mundo (a largo plazo).
Al contrario de lo que cabría esperar, estoy alucinado con la inteligencia artificial. Me encanta, y creo que supondrá un cambio de paradigma laboral y vital en la humanidad. Mi punto de vista es optimista, sí, porque lo que creo que pasará es que no tendremos que seguir trabajando cuando lleguemos a cierto punto de revolución.
Las máquinas serán tan capaces que pasaremos de ser trabajadores a solo consumidores. Y eso me encanta, para qué voy a negarlo. De hecho, uno de mis sueños desde pequeño consistía en vivir libremente, algo a lo que ser freelance o el sueño de vivir de mis libros me acercaba bastante, pero no suficiente.
Soy alguien muy curioso y tengo intereses variados y cambiantes. Prueba de ello es que he tocado casi todas las áreas de conocimiento a lo largo de mi vida, y soy capaz de escribirte manuales para oposiciones sobre cualquier cosa. Creo que eso es precisamente una de las actitudes que serán clave en estos tiempos cambiantes que se nos vienen encima. Vendrán tiempos muy duros, de adaptación sociológica y crisis económica, de reajuste global hacia un futuro mejor, y quizás un presente terrible. Cuanto antes demos todos el paso, antes se acabará la crisis.
De momento, sobre la inteligencia artificial debemos seguir con la mente abierta, curioseando, experimentando y explorando. Ojalá ese futuro, en el que podamos hacer lo que realmente queramos con nuestro tiempo (quizás, ayudar a los demás por satisfacción y no por necesidad de dinero), llegue muy pronto.