Si quieres ser un buen amigo, deja ya el móvil y lee atentamente, porque aprenderás sobre la escucha activa.
La escucha activa es una habilidad con la que puedes ayudar a los demás SIN MOVER UN DEDO
Temario
Descubre lo que es la escucha activa
Ser capaz de escuchar de manera activa no es tan sencillo como parar la oreja y dejar que toda la información entre, es mucho más que eso.
La escucha activa requiere esfuerzo e interés por tu parte. Con ella puedes profundizar en cualquier conversación y entender mucho mejor al otro. Si tienes esta habilidad puedes llegar a ser de mucha ayuda cuando alguien necesite ser escuchado.
¿Cómo mejorar tu capacidad de escucha activa?
Aquí tienes una serie de estrategias o técnicas de escucha activa para que tengas en cuenta cuál es la actitud que necesitas tener. Porque sí: Escuchar activamente es una ACTITUD.
No finjas que escuchas, ESCUCHA Y PUNTO
Primero de todo, tiene que quedar claro no, cristalino que la escucha activa consiste en esforzarte por hacer que la otra persona se sienta escuchada. Si solo finges que estás atento no servirá de nada, puesto que la otra persona necesita que la escuchen y si solo estás engañándola, en cuanto se dé cuenta (que lo hará) todo el esfuerzo que hayas hecho por fingir será en balde.

Deja de hablar de ti
Estamos programados para hablar sobre nosotros, al fin y al cabo nuestras cosas las sabemos mejor que nadie y tenemos un impulso o necesidad por hablar de ello. De hecho, se ha visto una relación entre hablar sobre ti mismo y sentir placer, por lo que es hasta lógico que lo hagas, desde un punto de vista químico.
No hables ni juzgues
En serio, intenta hablar lo menos posible. Como mucho para preguntar más información, si fuera algo relevante (tampoco hay que ir sonsacando toda la información posible, o agotarás a tu interlocutor, porque eso tampoco tiene que parecer un interrogatorio).
Si hablas, lo que pasará es que acabarás eclipsando algo que la otra persona iba a decir o que estaba sintiendo. En momentos delicados, la mejor respuesta posible es asentir y sonreír, dejando que el silencio facilite que la otra persona continúe.
No te esfuerces por destacar
No te tomes esta frase literalmente, sino como una guía para usar a la hora de escuchar de forma activa. Cuando la otra persona esté hablando deja que ella sea tu centro de atención, no intentes destacar sobre ella.
¿Por qué lo digo? Porque a menudo me encuentro mucha gente que no sabe escuchar, simplemente porque tiene un problema de autoestima o inferioridad crónica y cree que tiene la obligación de destacar por encima de ti en algo que hayas conseguido.
Así que, lo que te comentaba: Procura no ser alguien que le robe protagonismo a la persona que estás intentando escuchar. Por supuesto, puedes ser todo lo egocéntrico que quieras cuando te toque explicar algo propio, pero la cuestión es que ahora que toca escucha no es tu momento, no redirijas la conversación sobre algo que te ha pasado cuando te están explicando algo importante.
A partir de ahora, cuando sea momento de escuchar activamente, no te esfuerces por destacar. En ese momento, tú no importas, solo esa persona.

Las discusiones no se ganan o pierden
Mira, en esto yo flojeo. Hay un concepto que a mí me cuesta entender (y en el que me pondré las pilas a partir de hoy) y es que cuando me estoy discutiendo necesito responder, o eso creo.
No es que quiera tener siempre la razón, aunque lo parece. A veces veo que la perspectiva de la otra persona no hace justicia con la realidad que yo estoy sintiendo y quiero dar mi punto de vista para que lo entienda.
Simplemente, esto, hace que la discusión vaya a más y la cosa aumente. Con el progreso del conflicto, es normal que te acabes centrando en lo próximo que vas a decir y, simplemente, dejas de escuchar. Eso pasa en las dos partes.
Sin embargo, si una de las dos personas empieza a aplicar estrategias y consejos de escucha activa, ya no habrá conflicto. Si no hay toma y daca, la discusión se esfumará y dejará lugar a la comprensión.
Recuerda que estás intentando entender mejor a esa persona
El fin mismo de la escucha activa no es darle el placer de ser escuchados a otro, no. La idea principal, y que no debes olvidar, es que estás centrándote en la otra persona porque se necesita expresar y tú quieres entenderla.
Esto puede acabar bien, pero solo si mantienes la actitud de escuchar voluntariamente todo el tiempo.
Interésate por la otra persona, de forma totalmente honesta y desde dentro, sin mentiras. Si estás practicando la escucha activa es porque la otra persona te importa y quieres ayudarla.

No des consejos
La mayoría de veces, cuando alguien tiene un problema técnico o emocional no quiere que le des una solución.
¿Por qué? No te ofendas, pero probablemente tu solución no les sirva de nada. Y no es que sea porque tú sepas menos que esa persona o lo que sea, sino que tú no conoces todos los detalles de la historia, sean conscientes o inconscientes, que conoce la otra persona.
Al final, la mejor forma de ayudar a una persona a encontrar la solución a un problema (a menos que te pregunte directamente), es dejar que ella misma encuentre la manera de hacerlo.
Lo curioso de todo esto, y seguramente ya te lo has encontrado alguna vez, es que la propia persona al decir en voz alta cómo es la situación y cómo se siente, acaba siendo más consciente de todo y eso le facilita llegar a una solución por sí misma. Es como que la gente necesita escucharse a sí misma y te utiliza a ti como forma de solventarlos.
Ojo, hay que saber diferenciar entre una persona que necesita ayuda y otra que tiene el ego muy grande y necesita alimentarlo. En el punto medio está el gusto: Una persona tiene que poder hablar de sí misma cuando lo necesita, pero si necesita hablar todo el tiempo de ella es que algo no está bien… y tú no tienes por qué tolerarlo.
Cede el control
También es importante que dejes que sea la otra persona quien lleva la batuta de la conversación, quien decida de qué se habla. Eso lo tienes que aplicar cuando ves que alguien tiene mucha necesidad de explicarte algo, te aseguro que se sentirá perfectamente y vuestro vínculo mejorará después de esa conversación.
Eso sí, no dejes que la otra persona hable sobre temas que puedan perjudicarte sentimentalmente. Una cosa es dejar que la otra persona pueda hablar libremente, y otra es que te trate con falta de respeto y desdén.
En todo hay un límite y no por dejar que la otra persona pueda hablar significa que tú tengas que sufrir.

Puedes interrumpir a la otra persona
Cuando te hablan de escucha activa es normal que pienses que no deberías hablar en ningún momento, y de hecho te lo he dicho yo mismo más arriba.
Sin embargo, los expertos afirman que también es positivo interrumpir a la otra persona cuando la otra persona está divagando o no estás entendiendo el mensaje.
Esas interrupciones normalmente son percibidas como positivas, ya que ayudan a encarrilar bien la conversación, aunque hay personas que necesitan divagar un poco para encontrar las soluciones. Todo es cuestión de tener en cuenta con quién estás hablando y adaptarte a ella.
Estos son los consejos que he podido recopilar sobre cómo practicar la escucha activa. Aplícalos en tu próxima conversación, si es necesario y práctica. Verás que al final no cuesta tanto dejar que la otra persona se exprese como necesita, aunque sea de vez en cuando.