¡Tener una buena relación de amistad es más importante de lo que parece! En muchos casos, nuestros amigos son como nuestra propia familia. Nuestros amigos son personas especiales en las que podemos confiar cosas muy importantes, como nuestra vida. No son pocos los casos donde un amigo salva la vida de otro. Por eso, tener buenos amigos puede marcar la diferencia.
A veces damos por sentadas nuestras amistades, algo que es un gran error. No hay nada más valioso que el tiempo que le dedicamos a nuestras relaciones, entre ellas nuestros mejores amigos. Eso consigue que ellos se sientan más cercanos a nosotros.
Si estás leyendo esto es porque eres una persona que se preocupa por sus amistades, Lo cual es buena señal. Déjanos darte unos cuantos consejos para ayudarte a que tus relaciones con los amigos sean mejores que nunca después de leer este artículo.
Relaciones de amistad, ¡10 secretos para mejorarlas!
El tiempo puede hacer que a veces nos distanciemos mucho de un viejo amigo, aunque a veces una relación de amistad puede entrar en riesgo por una discusión fuerte.
La buena noticia es que hay cientos de formas de rescatar vuestra amistad. Lo que nos garantizará el éxito en la relación.
Cuando dos personas se llevan bien y pueden ser sinceros el uno con el otro, pueden bajar la guardia y dejar a un lado toda la falsedad y las mentiras que nos contamos. Permitiéndonos disfrutar del cariño y apoyo más puro y desinteresado de otra persona. Eso es la verdadera amistad. Si quieres que tú y tus amigos tengáis una relación mucho más íntima, ¡sigue leyendo!

Temario
Siempre con respeto
Aunque parezca mentira, establecer bien unos límites puede ser decisivo para tener una mejor relación. Las relaciones de amistad se basan principalmente en la confianza, y esta no tiene por qué dar asco. Lo mejor es que siempre haya unos límites claros en cuanto a las cosas que puedes permitir y qué no. Un mecanismo para mostrarlo son los enfados y las discusiones, que tienen el fin de mejorar vuestra cohesión.
Si mantenemos el respeto evitaremos hacer cosas de los que nos arrepintamos, como pegarnos o hacer daño emocional diciendo algo que no toca. De la misma forma, si mostramos respeto recibiremos lo mismo a cambio.
En el caso de que ocurra un conflicto, lo mejor es no hablar de ello en caliente, ya que puede ser un error. Esperad que se enfríen las ideas, a que se calmen los ánimos, y abordad el tema con paciencia. Seguro que obtendrás muy buenos resultados.
Sé generoso
¿A quién no le gusta estar con personas generosas? En las relaciones de amistad es normal que una de las 2 partes dé más que la otra o muestre su afecto de forma más efusiva y constante. Eso no debería ser nunca sinónimo de tener problemas o de sentirnos menospreciados.
Hay que ser generosos y comprender que cada uno tiene una personalidad distinta. Así que no debe importar cuánto damos, la amistad sincera nos llevará a querer dar lo mejor de nosotros mismos a la otra persona, de forma incondicional.
Debemos aclarar que cuando se habla de ser generoso, no nos referimos exclusivamente a dar bienes materiales o a gastar dinero invitando a nuestros amigos. La generosidad va mucho más allá. La generosidad nos empuja a estar dispuestos a escuchar, atender y entender a nuestros amigos, echarles una mano cuando lo necesitan.

Aprende a escuchar
Los amigos de verdad estarán siempre dispuestos a escuchar. Hay una diferencia muy grande entre escuchar y oír. Cualquier persona puede oír los problemas de otra, pero escuchar es prestar verdadera atención a lo que se nos está diciendo.
Puede que lo que tu amigo te diga parezca una tontería, pero si te lo está contando es porque realmente le parece interesante y quiere compartirlo contigo. Si queremos tener una relación de amistad fuerte es muy importante que escuchemos a nuestro amigo.
Si procuramos prestar atención a los detalles, también podremos ofrecer soluciones prácticas. Si nuestro amigo siente que no le prestamos la atención debida puede sentirse mal e ir socavando poco a poco la relación de amistad.
Deséale lo mejor
Una buena relación de amistad se basa en desear que la otra persona esté bien, le desean siempre lo mejor. No solo eso, sino que los amigos siempre deben estar dispuestos a hacer cualquier cosa para que consigas todo lo que quieres. Tanto la envidia, como los celos estarán fuera de lugar con un amigo. Si estos llenan vuestra relación, las cosas no irán bien.
Alégrate abiertamente por las cosas buenas que les pasan a tus amigos. Al sentirse apreciados, la relación se fortalecerá y hará que ellos lo hagan de vuelta cuando a ti las cosas te vayan bien.

Prioriza tus viejas amistades
Las relaciones de amistad con más años son las más importantes. Con el paso del tiempo, las amistades se solidifican, las personas se conocen mejor y comparten muchas cosas.
Algo que debes evitar es desplazar a tus otras amistades en cuanto conoces a alguien nuevo. Si hicieras esto, tus viejos amigos se sentirán heridos, y pueden decepcionarse. Desencadenando problemas y distanciamientos en estas relaciones.
Las viejas amistades deben cuidarse como un gran tesoro, o habrás invertido en vano todo ese tiempo. No dejes de lado a ningún amigo. Por eso dicen que los buenos amigos se cuentan con los dedos de una mano.
¿Sabías que los mejores amigos comparten más parte de sus genes de lo que es habitual entre humanos?
Sé sincero
Cuando en una relación hay mucha sinceridad, esta es fuerte de forma natural. Si una persona sabe que la otra será sincera, sabrá que lo que le diga siempre será verdad y la confianza será mayor.
Si quieres que vuestra sinceridad aumente, tendréis que empezar a deciros lo que pensáis de verdad. Para empezar a hacerlo puedes buscar un ambiente tranquilo. Allí podréis hablar de todo lo que necesitáis deciros y os incomoda guardaros para vosotros.
La sinceridad se abre paso dentro del corazón, y nos hace ver como personas reales e interesadas en los demás. Con debilidades. Más humanas.

Sé detallista
Hay pocos amigos que sean detallistas, pero es algo que se valora mucho. Ten el detalle de, de vez en cuando, mandarle algún mensaje, una mención en las redes sociales, un cumplido en persona. Demuestra que lo aprecias y él se sentirá querido.
Las relaciones de amistad en las que hay estas pequeñas alegrías durarán más en el tiempo.
No compitas con tu amigo
La competitividad a veces puede volverse muy agresiva entre dos personas, y si estas dos son amigas, la relación puede verse afectada.
Nunca conviertas tu amistad en un foco competitividad y conflicto, todo lo contrario. Siempre que puedas, apoya a tu amigo a conseguir sus metas, no le empeores las cosas o puede convertirse en un foco de conflicto muy grave.
El éxito de esa persona, en parte será el tuyo también, y todo tendrá consecuencias positivas para vuestra relación porque mejorará vuestros lazos de confianza y fortalecerá la amistad.

Estate presente cuando te necesiten
Cualquiera es capaz de estar junto a ti cuando estás en los mejores momentos de tu vida, pero las verdaderas amistades también son capaces de perdurar durante los peores. No solo hablando emocionalmente, sino también económicamente.
Son muchos casos los que, cuando las cosas empiezan a ir mal de verdad, las otras amistades empiezan a desaparecer y solo se quedan los amigos de verdad.
Muchas personas tienden a estar más solas cuando pasan por problemas económicos. Precisamente por esto, cientos de miles se acaban quitando la vida todos los años. Así de importante es tener un buen amigo a tu lado cuando de verdad lo necesitas.
Así que, ¿por qué no procuramos estar presentes cuando nuestros amigos lo necesiten? No importan las circunstancias, si queremos que nuestras relaciones de amistad prosperen, pongamos en práctica la empatía y el apoyo entre amigos.
¿Qué hacemos si el otro no quiere tu amistad?
No siempre se pueden tener relaciones, y quiero que seas consciente que no todo depende de ti. No le des más vueltas si no vale la pena.
Si has intentado todos los consejos que te he dado y tu colega sigue sin querer ser tu amigo, poco te queda por hacer. No sigas insistiendo o empeorarás las cosas. A veces es mejor dejar ir a esa persona, y ya saldrán otras amistades. No te agarres a un clavo ardiendo.
Sé que perder a un amigo causa dolor y sufrimiento, especialmente si se trata de una amistad de muchos años, pero recuerda que la gente cambia, y sus relaciones también.
Sin embargo, si vuestra amistad vale la pena, con el tiempo resurgirá de sus cenizas como un fénix y volveréis a estar juntos. El tiempo suele curar todas las heridas. Si la persona realmente valora vuestra amistad, volveréis a ser amigos. Ahora, debes dejar que esa persona decida, tú ya has dado todo lo que podías por vosotros.
Así que, ya sabes, tú centrate en hacer felices a esas personas que te rodean, y si la otra persona esta de acuerdo con vuestra amistad, florecerá en una bonita relación. La vida da muchas vueltas, y siempre os llevaréis con vosotros bonitas experiencias. Cuida de tus amistades y ellas cuidarán de ti mientras perduren.
