¿Hace tiempo que alguna de tus amistades no funciona como siempre? ¿Qué ha pasado? A veces, simplemente, necesitas terminar una amistad. Hoy, te ayudaré a analizar bien la situación y, si consideras que hay que hacerlo, te ayudaré a hacerlo de la mejor forma posible.
Temario
Razones para romper una amistad
Primero de todo, deberíamos analizar por qué nos hemos siquiera planteado terminar una amistad de años, o tal vez décadas. Tiene que haber una razón detrás. Seguramente no has llegado hasta aquí por casualidad. ¿No estás a gusto siendo amigo de esa persona?
Las principales razones por las que hay que romper una amistad son:
Es una persona tóxica
Tal y como hablamos en el artículo sobre las personas tóxicas, una persona tóxica es aquella que aporta negatividad a tu vida (sea o no queriendo). Este es un tipo de amistades que no debes tolerar, ya que te chupan toda tu energía. Son vampiros emocionales y no te conviene tenerlos cerca.
Todos tenemos buenos y malos momentos, pero un amigo debe ser un apoyo para ti, que te ayude a superar malos momentos ¡no que sea la fuente de los problemas! Debes entender esto y dejar a un lado a esa persona que solo resta en tu vida.
La amistad es en una sola dirección
Si ves que la persona de la que se supone que eres amigo no corresponde a tu esfuerzo e inversión, es que vuestra relación de amistad no es mútua. Puede que él o ella no se sienta realmente como tu amigo, o puede, simplemente, que no sea un buen amigo.
La cuestión es que una amistad debe ser una relación de la que ambos os beneficiéis, y no siempre basta con caeros bien. Si tu amigo siempre aparece cuando necesita algo de ti, es mala señal.

No se preocupa por tus sentimientos
Está claro que si tu amigo no sabe o no quiere escucharte cuando te sientes mal, poco apoyo emocional te dará en los peores momentos.
Un amigo debe ser comprensivo y empático contigo, un verdadero apoyo. Debes poder expresarte con total libertad delante de él y recibir un feedback.
Una señal inequívoca de que no es un tipo de amigo que te convenga es que tengáis un problema en vuestra relación y tu amigo no quiera hablar nunca de ello. Tal vez le reste importancia o cambie de tema brúscamente.
La razón detrás de todo ello, es que es emocionalmente inmaduro y por eso no se siente capaz de hablarlo. Esto acabará estancando todos los problemas y un día la cosa puede acabar reventando por algún lado.
No es un tipo de amistad que recomiende, jamás. Los seres humanos tenemos emociones, y necesitamos que nuestros amigos las comprendan y nos ayuden en los malos momentos. Si no podéis solucionar un problema entre vosotros, mucho menos te ayudará en los momentos más duros.
No tenéis nada de qué hablar
Puede que la persona de la que eres amigo tal vez surgió con conveniencia, pero cuando te paras a pensar no soléis hablar mucho. Un buen amigo te dará conversación con facilidad, porque compartís muchas cosas y con ello os podéis entretener.
Pero no lo confundas con la comodidad, hay que acabar con la creencia de que si dos personas no hablan es porque no son amigos. A veces, el silencio puede ser incómodo o todo lo contrario. La cuestión es que estés a gusto con esa persona ¡precisamente por eso te has juntado con ella!
Si realmente ya no deberíais ser amigos, lo sabrás porque buscaréis temas de conversación y no os saldrá nada interesante de lo que hablar. Esto, sin duda, será una señal de que algo no va bien en la amistad.

No acepta un no como respuesta
Hay personalidades de todo tipo en el mundo, eso está claro, pero cuando se trata de una relación de amistad hay que saber seleccionar.
Hay personas que no soportan recibir un “no” como respuesta. Tal vez se les ha enseñado mal de pequeños, eso no lo sabremos con exactitud. Si cuando le niegas algo que quiere se enfada exageradamente, esa no es una relación saludable.
La cuestión, es que si te ves presionado a decirle siempre que sí a este amigo para evitar conflictos, tal vez es hora de que empieces a buscar nuevos amigos y lo dejes de lado.
Te miente
La mentira es un recurso al que todos recurrimos cada día. Está bien mentir en según qué contextos, para evitar hacer daño a otros con información realmente intrascendental. Otra cosa muy diferente es mentirle a un amigo con algo importante.
No es raro ver amistades que se intentan robar la pareja mutuamente, o que se engañan unos a otros para sacar un beneficio (sea o no económico). La cuestión, es que una amistad debe estar basada en la confianza. Si no hay confianza, la amistad debe terminar.
Termina con la amistad
Si realmente quieres recuperar esa amistad, prueba a hablar con esa persona, pero si has llegado hasta aquí es por algo.
Cuando vuestra amistad se parece a alguna de las cosas que he mencionado anteriormente, te recomiendo que terminéis vuestra amistad sin dramas.
¿Qué quiero decir que terminéis sin dramas? Pues que ni se te ocurra lo típico que hace alguna gente de cortar por lo sano. Normalmente, esto es algo que recomendaría solo en los casos más graves, como en situaciones de maltratos y que la otra persona realmente se lo merezca.

Por lo general, la mejor forma de terminar una amistad de una forma justa y natural es progresivamente. Simplemente, empieza a invertir menos tiempo en esa persona. Si hace falta dile que estás demasiado “ocupado” para quedar, respóndele de forma breve a sus mensajes, etc.
Deja que os vayáis distanciando con el tiempo. Interactúa menos con tu antigua amistad y deja que la vida siga su curso. Con el tiempo, ese “amigo” (que en realidad no lo era) irá desapareciendo de tu vida, y tú de la suya.
Eso sí, si ves que esa persona va detrás de ti porque es tóxica y quiere seguir aprovechándose de tu amistad, puedes optar finalmente por cortar toda relación con él/ella y a otra cosa, mariposa.
Al fin serás libre, y ese amigo, que más bien era un problema, ya no será una carga para ti.