¿Sientes que en tu familia está fallando la comunicación? Esto es algo muy importante, y más en los tiempos que corren, que estamos siempre enganchados al móvil y algunos apenas hablamos entre nosotros en persona. Esto se agrava aún más en las familias numerosas. Si te preguntas cómo mejorar la comunicación en tu familia, aquí tienes 5 formas de mejorar la comunicación familiar

No abuses del WhatsApp

Cada día usamos más las redes sociales, y es algo normal. Para nosotros, los jóvenes, hablar por WhatsApp ya es una segunda naturaleza. Parece que no necesitemos nada más para mantener el contacto con nuestros seres queridos. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que esto no es así para tus padres. Ellos no han crecido enviando mensajes de texto y es algo que a muchos les cuesta. Es más, a veces genera malentendidos y confusiones. 

La comunicación con los padres debe ser fluida. Si quieres mantener el contacto con ellos, porque ya vives fuera de casa, lo ideal sería que siguieras hablando con ellos en vivo o por teléfono. De lo contrario, muchas veces te encontrarás con que le envías un mensaje y te responden de forma extraña o que no entiendas. 

Además, seamos realistas, las conversaciones por WhatsApp son frías y no es lo mismo. Si no puedes llegar a ellos en persona, lo mejor es llamarlos en vez de escribirles. Será más cercano y sencillo tanto para ellos como para ti. 

Y si vives con tus padres, poco sentido tendrá usar WhatsApp mientras vivís en el mismo hogar. Otra cosa es que os mandéis algún mensaje para coordinaros ante algunas tareas de casa, que también puede ser útil, pero poco más. 

Ni se te ocurra preguntarle a tu madre/padre si la cena ya está lista desde tu habitación (de la misma casa) por el WhatsApp. Te levantas y vas a preguntarle.

Tal vez necesite tu ayuda le sea imprescindible en ese momento o no pueda contestarte. La cuestión es que abusar demasiado de las redes sociales para hablar con familiares cercanos puede ser más nocivo que positivo para vuestros lazos familiares

comunicacion familiar

Hablad de vuestro día

Cuando os sentéis a comer juntos, no recurráis a la televisión o al Netflix para entreteneros. Precisamente a la hora de comer es cuando estáis todos juntos y en persona. Es un gran momento para hablar de cualquier cosa.

Tal vez puedas compartir con tus padres qué has hecho durante el día, temas del trabajo, proyectos, conclusiones a las que has llegado, encuentros con amigos, anécdotas del día, etc. ¡Verás que los temas surgen con gran facilidad cada vez que os juntáis! 

Lo mejor (y lo peor, según el caso) de hablar con tus padres sobre estas cosas, es que ellos te darán su opinión, puede que en forma de crítica. Esto puedes tomártelo como un feedback constructivo. 

Ahora bien, si son de esos padres que critican tu forma de hacer las cosas todo el tiempo, no te lo tomes a mal: Esto lo suelen hacer porque ellos seguramente han actuado como tú en el pasado, pero quieren que tú seas mejor que ellos y no tengas problemas. Quieren corregir tus errores para que nunca te equivoques, eso es algo natural. 

Sin embargo, si ves que las conversaciones van más por un cauce “haz lo que yo te digo” entonces tal vez debas plantearte si te conviene seguir sus consejos. Esto podría acabar en discusión si no sabes reaccionar con asertividad. Si lo que te dicen que hagas no es algo que realmente quieres, podrás defender tu punto de vista o simplemente cambiar de tema (y ya harás lo que tú quieres, a tu manera). 

Puede que pienses que hablar de las inquietudes o experiencias de cada uno en la mesa sea una mala idea, pero ¿cuándo puedes hablar, si no, con tus padres? ¿mientras están en el trabajo? Una relación debe construirse a base de la interacción. Si nunca habláis será imposible que os conozcáis a fondo. 

Compartid sentimientos

No hay nada más reparador que saber que puedes compartir tus sentimientos con tus seres queridos más cercanos. 

“Son esos pequeños momentos, tan emocionales, los que acaban uniendo para siempre a la familia”

A veces, simplemente, estamos decaídos o tremendamente alegres por algo que nos ha ocurrido. Tal vez ha muerto un familiar, o tal vez te han admitido en la universidad. Todos estos sentimientos es importante poder compartirlos con tus personas más allegadas. 

En el entorno íntimo no debería ser raro ver a un familiar llorar o celebrar algo. Entre todos, podrán consolar y animar o celebrar con esa persona cualquiera de los eventos de su vida. 

Son esos pequeños momentos, tan emocionales, los que acaban uniendo para siempre a la familia. Son lo que esas personas recordarán cuando crezcan y piensen en ti. Es lo que os unirá. Eso es, en parte, lo que hace que una familia esté más unida.

Esto también es necesario en el caso de que un familiar tenga necesidades o deseos. Debe sentirse con total libertad de compartirlo con todos, sin miedo a sentirse juzgado o criticado. 

Fuera la negatividad

Nunca me cansaré de repetir que la actitud positiva es lo que hace que las relaciones mejoren. Cuando estás viviendo con una persona tóxica a tu alrededor, se nota. Tal y como indica su nombre, te intoxica, y tu vida pasa a ser mucho peor. Aunque esa persona te quiera, no te da una buena calidad de vida, si no más bien una fuente de estrés. 

¿Tanto se nota la negatividad de una sola persona en tu vida? Si, eso es porque toda negatividad es como una mancha en un hule blanco: No puedes dejar de fijarte en ella. Estamos diseñados para centrarnos en las cosas negativas. Estoy seguro de que te acuerdas más de los comentarios negativos que de los positivos. 

Si crees que vas a soltar un comentario negativo, pregúntate primero si va a aportar algo a la conversación y a la vida de esa persona. Si la respuesta es que sí, pregúntate cómo le puede sentar a esa persona. Habrá contadas veces en las que deberemos decir algo negativo, pero no siempre. Procura que sea solo cuando es realmente necesario para esa persona. Si ves que tus respuestas negativas son muy habituales, será una señal de que te estás pasando. 

Escucha y responde con respeto

Una familia que quiere convivir de forma sana debe tener una comunicación positiva. En ella, debe de haber atención y escucha activa, sobre todo en los momentos más importantes, cuando hay que explicar algo emocional o crucial para la vida de esa persona. 

Las personas de la familia deben tener y mostrar interés por lo que los demás tienen que decir, escuchando atentamente y sin prejuicios. ¡Ya habrá tiempo de responder con tu opinión después de escuchar toda la historia, no lo interrumpas!¡Aguántate un poco! 

Debe existir el respeto entre vosotros, sobre todo en el tema de los sentimientos. Si alguien siente que DEBE hacer algo, con todas sus fuerzas, no luches por intentar convencerle de lo contrario, o te encontrarás con una pared. Más bien, procura preguntarle para saber más, para conocer más a fondo sus sentimientos y para entenderlo mejor. 

Por supuesto, todo esto requerirá de tu empatía. La capacidad de ponerte en el lugar de la otra persona es algo inestimable en las familias. 

Procura trabajar también en tu paciencia. No tiene sentido que pierdas los nervios para que te escuchen, ya que conseguirás que te vean como alguien histérico. Mantén la calma y explica las cosas como las ves tu, con humildad y sin intentar imponer ninguna idea. Tanto tú como tus familiares tienen sus propias opiniones y no siempre tienen por qué estar de acuerdo, conforme a sus vivencias. 

Personalmente, y esto ya es una opinión personal, pienso que las relaciones familiares nunca deberían ser jerárquicas (al menos a partir de que los hijos se emancipan), si no más bien igualitarias. Los hijos y los padres deberían de tener el mismo derecho a que se les escuchara y respetara sus opiniones. 

Puede que los mayores tengan más experiencia, pero los jóvenes tenemos más curiosidad por el mundo actual y conocemos cosas que los padres no entienden. Por ejemplo, está el tema de las redes sociales: Mucha gente mayor no entiende que puedan ser algo útil, cuando está más que comprobado que puedes conseguir un sueldo siendo influencer, por no hablar de todos los temas de marketing digital que tanto importan hoy en día.