“¿Por qué debería plantearme ser madre?”
Esta es una pregunta que ronda en la cabeza de muchas mujeres, que aún están indecisas si quieren o no ser madres.
Sin embargo, tarde o temprano el reloj biológico se despierta, y la mayoría acabamos decidiéndonos
¿Tienes inquietudes sobre este tema tan importante? Entonces te alegrará saber que aquí encontrarás 10 razones importantes por las que deberías plantearte ser madre ¡No te pierdas ninguna!
¡Ser madre tiene miles de beneficios!
Antes de nada, no queremos que creas que te vamos a pintar “ser madre” como algo fantástico y de color de rosa. Es muy importante que sepas que ser madre es un sacrificio. Por ende, debes estar muy bien preparada.
Sin aún no tienes hijos, pero te estas planteando hacerlo, entonces te conviene analizar todo el contenido que hemos preparado para ti hoy. Estas son las razones por las que muchas mujeres se ven motivadas a ser madres:

Temario
Para fortalecer el matrimonio
Cuando la pareja planifica tener hijos, la alegría inunda el hogar. Los matrimonios responsables que desean traer niños al mundo tienden a fortalecerse mucho. ¡Es normal, porque pasan por experiencias muy duras al principio y eso une a la pareja!
Suele pasar que, parejas que están pasando por momentos difíciles, suelen superarlos gracias a la llegada de un nuevo miembro de la familia.
Esto es un poco peligroso y no me parece una razón lícita por la cual tener un niño, pero es cierto que se hace. Solo cuando las parejas se lo plantean es posible fortalecer la unión. Cuando los matrimonios no desean ni quieren tener hijos, y estos llegan por sorpresa, termina perjudicando gravemente su relación y puede llegar a acabar de rematar la relación.
Para experimentar el verdadero amor
Algo que las madres siempre comentan es que les encanta poder expresar y experimentar el verdadero amor tras haber tenido a su primer hijo. Los hijos no deben ni tienen que ganarse el amor de sus progenitoras, esto es algo que sale por naturaleza.
Los expertos aseguran que cuantos más hijos se tengan, el amor de madre aumenta también con la finalidad de que todos puedan sentirse amados y protegidos como corresponde.
No hay duda de que el amor de una madre es único e irrepetible y dura para siempre. Increíblemente, se trata de una conexión perfecta, real y duradera que no puede desaparecer jamás. Una vez te conviertes en madre, te das cuenta de que incluso puedes llegar a dar la vida por tus hijos en caso de ser necesario.

Para tener una razón para vivir
Ser madre es mucho más que un sentimiento pasajero que merma conforme pasan los años. ¡Nada más lejos de la realidad!
Una vez te conviertes en madre los hijos se vuelven una prioridad fundamental en tu vida, pasan a ser la razón de tu vivir.
Las que son madres, se dan cuenta de que la llegada del bebé cambia drásticamente su vida. Y por muy difícil que sea criar a un hijo, no hay nada que dé tanta satisfacción como hacerlo. Muchas personas suelen afirmar que es lo mejor que les ha pasado en toda su vida.
Si buscas darle un nuevo sentido a tu vida, a tu matrimonio y a tu forma de pensar, los hijos pueden ser una de las mejores motivaciones que puedes tener. Recuerda que ellos dependerán mucho de ti, especialmente los primeros años de su vida, así que deberás darlo todo por ellos, para verlos crecer felices y sanos. Y ser feliz tú también.
Madurar emocional y mentalmente
Una de las ventajas de ser madre es que puedes llegar a madurar tanto emocional como mentalmente. Tanto nuestra mente, como nuestro cuerpo y emociones se preparan para la llegada de nuestros hijos.
Esto lo digo porque, después de la llegada de los hijos, nuestra mentalidad cambia radicalmente. De forma natural. La forma de ver nuestra vida se transforma y comenzamos a plantearnos nuevas metas y propósitos basándonos en el bienestar de nuestros retoños.
Esa es la razón por la que nos podemos llegar a sentir muy diferentes después de la llegada de un bebé a nuestras vidas, y la razón de por qué podemos llegar a amar tanto a ese nuevo ser humano, que descansa entre nuestros brazos y depende de nuestro cuidado y protección.

Tener un nuevo compañero de vida
A pesar de que ser madre es un sacrificio, es algo que realmente vale la pena y es muy gratificante. Por algo lo hacemos gran parte de la población.
Nuestros hijos crecen y se convierten en hombres o mujeres, y desarrollan sus capacidades gracias a nuestro apoyo. Llegados a cierta edad, se dan cuenta de todo lo que has tenido que hacer por ellos, y sus sentimientos hacia ti como madre no pueden hacer más que crecer.
A largo plazo, más que hijos, se convierten en tus compañeros de vida. Personas responsables que siempre vigilarán tu bienestar físico y emocional. Esta es una buena motivación por la que te puedes plantear ser madre, ¿no? ¡tus hijos cuidarán de ti si los educas bien!
Es natural
Por naturaleza, la mujer siente el deseo de tener y criar a sus hijos. Sin embargo, la sociedad ha estigmatizado esto, y, por ende, cada vez son menos las mujeres que deciden tener un bebé.
Pero la realidad es que muy en el fondo las mujeres tienen el instinto de querer tener hijos. ¿Por qué? Porque es algo natural, un propósito de vida que viene muy arraigado en el interior de toda mujer.
Si puedes y quieres tener hijos, no vale la pena luchar contra ese deseo. No te dejes llevar por el miedo. Ser madre es lo más emotivo y bonito por lo que pueden pasar todas las mujeres.

Ampliar el círculo familiar
Las familias más grandes y bulliciosas son más felices, eso está claro. Una familia más grande es más divertida.
Ampliar el círculo familiar puede ser una muy buena motivación para ser madre. Ser madre, abuela (y si las posibilidades lo permiten, bisabuela) es algo maravilloso que todas las mujeres deberían vivir.
A pesar del escepticismo que existe en la actualidad sobre ser madre y lo que esto conlleva, las parejas más antiguas y experimentadas pueden dar fe de que mientras más grandes son las familias más unidos y felices son.
A esto hay que añadir que cuando una familia es grande, sus miembros se crían con un gran sentido de la comunidad. Esto hace que tengan un futuro mucho más prometedor y se crean familias mucho más unidas y responsables.
Experimentar la vida desde nuestro interior
Dar a luz es una experiencia única, una experiencia que puede ayudarte a sentir integrada con la naturaleza y a valorar todos los instantes en el proceso de desarrollo de tu bebé. Además de sentir una dulzura y amor que no se pueden expresar con palabras.
Nada se compara a esa sensación de ver cómo evoluciona nuestro bebé desde el interior. Cuando comienza a dar sus primeras pataditas, analizar de cerca su crecimiento… todo ello es una sensación irrepetible.
Y, por si fuera poco, experimentar el nacimiento, escuchar su llanto por primera vez, conocer su rostro y su crecimiento hasta que se conviertan en adultos es lo más increíble e interesante que puede pasar en nuestras vidas como padres. Sin duda, es algo que toda mujer debe experimentar.

La ocurrencia de los niños
Si bien es cierto que todas las etapas de nuestros hijos son divertidas, más de uno ha mencionado que la mejor de todas es cuando empiezan a hablar y tienen ocurrencias que nos hacen reír mucho. La belleza, inocencia y pureza de sus acciones hace que nos sintamos encantados con la vida y demos gracias por haberlos tenido.
Esa es la razón por la que debemos aprovechar cada instante con ellos. El tiempo pasa demasiado rápido, y cuando no nos lo esperamos, se convierten en adultos listos para abandonar el nido.
Los hijos son lo más bello de nuestra vida
Cuando los criamos correctamente, nuestros hijos se convierten en personas responsables que nos amarán para toda la vida, generan en nosotros la más grande ternura y nos pueden motivar a ser cada día mejores personas.
Obviamente, no todos los casos de maternidad son iguales. Hay algunos en los que hay que hacer más sacrificios que en otros. Sin embargo, si amamos a nuestros pequeños y los criamos adecuadamente, el resultado será inevitablemente perfecto. Formaremos a buenas personas, que nos amarán para siempre.
Por eso, está en nuestras manos hacer todo lo posible por demostrarles el amor y el cariño que se merecen, no malcriarlos y contribuir con su crecimiento mental y emocional por sobre todas las cosas.
Conclusión
Tener hijos puede ser un verdadero desafío, especialmente por culpa de la sociedad en la que vivimos. Sin embargo, si deseamos que nuestra vida cobre sentido y cada instante se llene de felicidad, esta es una de las mejores decisiones que podemos tomar.
Recuerda que los beneficios de tener hijos son infinitos, sobre todo cuando es algo que planeamos detenidamente, calculamos los gastos, detalles y tenemos en cuenta las circunstancias. ¿Estás lista para afrontar este desafío? ¡Créeme, estoy seguro de que no hay nada que se acerque a la felicidad de ser madre! Aprovechad esta vida y sed felices.