Tras todo lo que hemos pasado durante los últimos meses y la cantidad de experiencia que hemos compartido con los más pequeños, se acercan al fin unas vacaciones escolares de verdad, en las que tendréis algo más de libertad y podréis disfrutar en familia. En este artículo te damos algunos consejos que te pueden resultar muy útiles.
Temario
Cuando llegan las vacaciones escolares
Cuando estuviste pasándolo mal, encerrado en casa por confinamiento, te dimos consejos para tratar con tus hijos, y ahora toca pensar en el futuro cercano que nos espera, ahora en verano.
Sea el año que sea, las vacaciones familiares es algo que siempre llega y, en la situación más normalizada tendremos que seguir lidiando con los problemas que siempre ocurren en estas fechas.
Es importante que tú como padre/madre tengas ciertas cosas claras, ya que las vacaciones en familia tendrían que ser algo agradable para todos. En esos momentos de convivencia más constante es cuando suelen surgir los problemas de comunicación en familia y los conflictos.
Aquí es donde entran los consejos que te voy a compartir para que disfrutes al máximo de este período del año tan duro para muchos padres, y es que necesitas tener cierto orden para no atraer el caos.

Consejos para tener las mejores vacaciones escolares
Te mereces disfrutar de los más peques sin estar estresado por todo, ahora que ya no estás trabajando y tienes la oportunidad de descansar. Por eso deberías centrarte en los siguientes puntos y despreocuparte un poco más del resto:
Mantén los horarios y rutinas
Un error clásico de muchos padres cuando se quieren relajar en vacaciones es desechar los hábitos y rutinas caseras que han establecido hasta ahora con sus niños. Esto es más habitual de lo que parece, y es que es algo que yo también hago conmigo mismo: Cuando me relajo en días festivos dejo de lado muchos de mis hábitos, y estoy seguro de que esto les pasa igualmente a los padres.
Por ejemplo, dejo de irme a acostar siempre a la misma hora, lo que hace que no duerma bien, o dejo de comer a la hora que toca, lo que puede provocar que a veces entre a la cocina o al supermercado con mucha hambre y arramble con lo más grasoso que encuentre.
Ambas cosas son lo que ocurre también con los críos, que necesitan mantener ciertas rutinas para no descontrolarse.
Obviamente, puedes retrasar la hora en la que os vais a dormir y os levantáis, para así disfrutar más del día, pero la idea es mantener cierta estructura.
Lo mismo ocurre con las comidas, que deberían de ser las mismas siempre que se pueda. Se puede comprender que si viajas con tu familia tendréis desajustes horarios, pero eso será algo casual que deberéis intentar compensar más tarde.
También es habitual que los niños pidan helados y, al final consuman más azúcar y se alimenten peor en general. Es importante mantener también esta estabilidad nutritiva, no olvides nuestros artículos sobre nutrición y en verano dales de comer frutas refrescantes en vez de helados.

Tened ratos libres
Que estéis 24 horas debajo del mismo techo no significa que tengas que estar todo el rato con los niños en vacaciones. Podéis establecer ciertos ratos de descanso mutuo, en los que tus hijos puedan jugar y entretenerse de forma más autónoma, en actividades que no requieran una supervisión constante.
Por supuesto, ya sabes que estoy en contra del uso abusivo de tecnologías y adicciones para mantener a los niños tranquilitos. Hay muchas actividades que un niño puede hacer de forma autónoma sin correr peligro, como puede ser jugar con sus juguetes o leer. Todo siempre es mejor para el desarrollo del niño que quedarse como un sujeto pasivo, contemplando una pantalla.
Tener ratos libres os permitirá a vosotros como padres descansar un poco también, y tener algún ratito de intimidad y tranquilidad. Gracias a esos ratos, al fin sentiréis que estáis en vacaciones de verdad.
Por supuesto, estos ratos libres, de dejar los niños sin supervisión o con una supervisión muy leve, es importante que se apliquen solo en casos en los que el niño o niña no es dependiente de ti. Este contexto no sería aplicable, por ejemplo, con un niño de 10 meses, que apenas gatea y está rodeado de peligros potenciales. No hay que olvidar que cada caso es distinto.
Y también ratos para el trabajo
Durante las vacaciones también deberíamos tener cierto espacio para las obligaciones de cada uno. No solo se trata de relajarse, sino que seguramente muchos niños tendrán también tareas o deberes que hacer para el verano.
Por supuesto, si tu niño no te necesita puedes aprovechar para tú también seguir o empezar con esos proyectos personales, esos que nunca puedes seguir mientras estás entre el trabajo y tus niños. Yo, por ejemplo, aprovecharía para escribir unas cuantas palabras de mi nuevo libro.
Esto les permitirá no perder su nivel académico en el colegio, y después de estas actividades podrás premiarlo con juegos.

Dales muchas maneras de divertirse
Los niños, en vacaciones, tienen todo el tiempo libre del mundo. Están las 24 horas contigo y necesitan estimulación. Es por eso que deberías prepararte las vacaciones con un pequeño plan de diversión, en el que tengas un gran cúmulo de actividades para que tus niños se lo pasen bien.
De esta manera, evitarás que tengan tiempo de engancharse a los móviles y otras pantallas.
Recuerda todas las ideas que te di en el artículo sobre juegos para niños en casa. Ahora que podéis salir afuera en familia, las posibilidades se han multiplicado. Aparte de cualquier juego en casa que se os ocurra, puedes proponer paseos, excursiones, juegos de deporte, juegos de adiestramiento con el perro… ¡Ya ves si tienes opciones!
Cada día podría ser temático con alguna actividad, y tus niños acabarán deseando que vuelva a llegar las vacaciones familiares para volver a realizar todo ese repertorio de juegos, que no los limitan a estar delante de un televisor todo el santo día.
Recoger después de jugar
Para que todas estas actividades no representen un trabajo en sí mismo, es importante que también haya cierto equilibrio en el reparto de tareas en casa. Ahora que tus hijos tienen tiempo libre no hay mejor momento para enseñarles a tener responsabilidad en el hogar.
De forma adaptada a sus edades, los padres podemos darles diferentes responsabilidades. Por ejemplo, el mayor puede encargarse de pasar la aspiradora y fregar, el peque de recoger los juguetes.
Todos los niños, a menos que sean totalmente dependientes, pueden ayudar en las tareas del hogar, aligerando así la carga que sufrimos los padres en verano.
Este tipo de organización se convierte en una necesidad imperiosa cuando estamos hablando de familias numerosas. Si no hubiera cierto orden, para esos padres sí que resultaría imposible disfrutar de las vacaciones en familia.
Espero que te hayan resultado útiles todos estos consejos para que tus vacaciones escolares sean lo más placenteras y divertidas posible. Recuerda la importancia de la estructura, los límites y sobre todo el equilibrio. Ahí es donde estará el máximo bienestar, salud y desarrollo de todos.