¿No sabes qué hacer con tu perro si te vas de viaje o vacaciones? En este artículo veremos todo lo que te queda por averiguar sobre qué hacer y cómo hacerlo, y de paso te intentaré ayudar a reflexionar sobre lo que estás a punto de hacer.

Cuando decides irte de vacaciones

Tener mascotas tiene muchas ventajas, eso ya lo sabemos y lo hemos dicho muchas veces. Te aporta tranquilidad, cariño, compañía… pero hay veces en las que tu vida lleva un ritmo frenético y simplemente necesitas desconectar, despegarte de tus rutinas, irte lejos, muy lejos, para volver y estar de nuevo en sintonía con tu vida.

Las vacaciones son una parte fundamental de la vida y te ayudarán a volver con más energías que nunca, y por eso tienes ahora el dilema de qué hacer con tu perro ahora que tienes que marcharte. Lo ideal sería poder llevárselo, pero no siempre puedes y lo entiendo.

Ojo, me estoy refiriendo a las ocasiones en las que no te queda otra, porque ya sabes que hay muchas maneras de viajar con mascotas. A veces, simplemente el lugar al que vas a ir o el método de desplazamiento no es compatible con los animales… o simplemente necesitas tiempo para ti, tiempo para estar a solas y en silencio o con alguien especial.

No te prives de estas experiencias por tu mascota, porque te aseguro que si te lo estás planteando es porque te hacen falta (y seguro que te las mereces). Hazlo. La cuestión es saber cómo, y ahora vamos a atacar el problema, aunque ya verás que no es para tanto.

perro en blanco y negro mirando por una zanja

¿Cómo dejar a mi perro cuando me voy de vacaciones?

Aquí van algunas claves y consejos que deberías de seguir

Nunca lo dejes solo

Si te vas de vacaciones, la opción de dejarlo a solas ya te la puedes sacar de la cabeza. ¡Si tu perro siempre ha convivido contigo, no lo dejes a solas, por lo que más quieras!

Los perros son animales muy dependientes (algunos más que otros) en el sentido social, por lo que necesitan de tu atención y cuidados para sentirse bien, para sentirse que están en familia.

Por supuesto, podría ser un poco diferente en el caso de los gatos, que tienen mucha más tolerancia a la soledad y a veces hasta la agradecen, pero en el caso de los perros ni se te ocurra.

El perro no solo puede sufrir mucho por no poder tenerte a su lado o no poder salir a pasear, sino que podría serle muy difícil soportar el paso del tiempo y sobrevivir, ocasionando destrozos en casa durante el proceso. Dependiendo de cuánto tiempo estés fuera, cuando vuelvas a casa podrías encontrarte con un verdadero drama.

Evita las residencias caninas masivas

En las residencias caninas de toda la vida, los animales suelen estar encerrados parte del día dentro de pequeños espacios sin vigilancia ni atención. Aunque puedan tener juguetes, estar limpios y bien alimentados y atendidos en el sentido sanitario, hay muchas necesidades que no se tienen en cuenta, como es la etológica.

Como te decía antes, tu perro necesita sentir que está bien acogido en un contexto social y familiar, por lo que este es uno de sus pilares más básicos de bienestar y por eso mismo la opción de llevarlo a una residencia canina con la frialdad de las jaulas, los barrotes y la escasa atención que supone tener que cuidar de más de 10 perros a la vez son una fuente de estrés más que de bienestar para el animal. Por no hablar también de los típicos perros que llegan a la perrera arrastrando alguna problemática de casa y que pueden ser un verdadero incordio o peligro para los otros visitantes.

El perro no necesita estar en una especie de zoológico, sino estar con personas que lo quieran y cuiden, y por eso tienes que buscar otra alternativa mucho más sana.

perro acostado boca arriba

Busca cuidadores

Si te es posible, te aconsejaría que dejaras a tus perros con familiares y personas de confianza con los que el animal se lleve muy bien. En caso de que no puedas coordinarte con estas personas, siempre puedes recurrir a los cuidadores profesionales. No te preocupes, no son muy caros.

Verás, yo he tenido una residencia canina en mi casa, aunque debería de decir que más bien he sido un cuidador de perros porque yo cuidaba de los perros como si fueran míos. Como mucho, cuidaba de 2 o 3 perros y todos tenían siempre a alguien que estaba todo el día pendiente de ellos.

Este tipo de cuidados hoy en día son cada vez más frecuentes, y en España se está popularizando este tipo de residencias caseras podríamos decir. Las aplicaciones en las que yo solía estar ofreciendo estos servicios eran Dogbuddy y Gudog, aunque sé que hoy en día existen muchas más (aunque no sé si tan fiables).

El proceso de buscar un cuidador es muy fácil, es como hacer una reserva en un Airbnb o algo similar. Tienes que crearte una cuenta de cliente en la web o app y reservar los días que crees que vas a dejar tu perro.

Puedes hablar en todo momento con el cuidador y preguntarle, e incluso puedes pedirle ir a visitar sus instalaciones para asegurarte de que tu perro estará cuidado como necesita. Mucho ojo porque hay aún residencias de la vieja escuela (masivas) metidas dentro de estos portales.

Si quieres un consejo, busca siempre perfiles como el mío: gente sensibilizada, bien formada sobre perros que no acoja a muchos en su hogar. Yo no tuve nunca ningún problema, porque era alguien muy responsable y por supuesto me gustaba mucho el servicio (aunque era un trabajo muy esclavo, obviamente).

No hace falta que sean personas que hayan leído muchos libros sobre perros ni que tengan formación en etología, claro (de eso no encontrarás mucho). Con tener mucho amor por los animales será más que suficiente, porque sabrás que el perro estará bien cuidado.

Sea cual sea el cuidador, asegúrate de darle las indicaciones sobre el cuidado de tu perro que consideres oportunas y dale juguetes que tenga el perro normalmente en casa. Todo esto nos ayuda mucho a saber cómo tratar a cada animal y hacerlo bien.

Disfruta de tu tiempo

Algo con lo que me encontraba a veces cuando cuidaba de otros perros en mi residencia era también que veía cómo los dueños me preguntaban bastante a menudo por el animal. Querían asegurarse de que estaba bien, de que se encontraba sano y a gusto en casa.

De hecho, una vez tenía a una bóxer que se quedó frita en la cama con una cara muy graciosa. Cuando le pasé el vídeo a la dueña, esta se preocupó y me pidió que la despertara para ver que estaba bien (creo que sospechaba que la había drogado o algo así). Por supuesto lo hice, pero reflexioné sobre lo poco que esa persona estaba realmente disfrutando de sus vacaciones. Imagínate estar en la playa tomando el sol y, preocupado, mandar mensajes al cuidador de tu perro para ver que está bien cada pocas horas. ¿Es eso auténtica desconexión? No sé… no me parece nada saludable.

Yo creo que durante tus vacaciones deberías de dedicarte tiempo a ti y, ya que has dejado tu perro en manos de un cuidador, olvidarte de él durante unos días.

Haz que ese tiempo cuente, que sea de alta calidad. Desconecta de verdad para luego conectar cuando vuelvas, seguro que te sentirás mucho mejor.

Ahora ya sabes qué hacer con tu perro si te vas de viaje. Espero que apliques estos consejos y ten en cuenta que para él también será refrescante esta experiencia, ¡seguro que el reencuentro te encantará!