Quizás alguna vez has oído hablar del término autoexplotación. Lo más probable es que no, puesto que es relativamente reciente, y sobre todo ha surgido a raíz del advenimiento y asentamiento del teletrabajo. En este artículo exploramos un poco este término y vemos qué podemos hacer para intentar solventar este problema.
Temario
¿Qué es la autoexplotación?
Suena contradictorio, pero la autoexplotación es un concepto que existe y que es una realidad. Según los registros, parece que la primera persona en hablar de autoexplotación fue el filósofo coreano Byung-Chul Han en 1962, en su obra “La sociedad del cansancio”, donde lo explica muy bien.
“La sociedad obliga a muchas personas, que trabajan ‘libremente’, a una suerte de explotación voluntaria que resulta imprescindible para sostenerse en un exigente y muy competitivo mundo laboral”
Realmente me da rabia el concepto, pero es verdad que la gente está muy mal educada sobre cómo debe gestionar su propio tiempo, y no solo les pasa a ellos, sino también a los que intentamos abarcar mucho y no entendemos que no somos robots.
Por tanto, llamamos autoexplotación a la persona que trabaja incansablemente de manera voluntaria para llegar a una demanda de trabajo, para estar “a la altura”. Normalmente, estas personas trabajan para sí mismas (o se gestionan ellas solas) y solo buscan adaptarse a un mercado laboral digital cada vez más exigente, donde se exige que las personas se reinventen constantemente, cosa que no siempre es posible para todos, y tiene consecuencias. Lo sé bien.
Yo también me incluyo entre las posibles víctimas de esta sintomatología. Al fin y al cabo, entiendo perfectamente cuál es la filosofía que puede conducir a esto y lo he vivido de muy cerca. Se suelen vender ciertos perfiles de éxito, tanto en redes sociales como en campañas de marketing y entre profesionales, en los que se transmite que hay que estar siempre dando el 100%, que siempre hay que estar informándose y formándose, dedicando gran parte de tu tiempo libre a cursos de capacitación si hace falta. Conozco a mucha gente así, y yo he intentado también vivir el sueño de ser ultra-productivo muchas veces, y siempre acaba mal.

Consecuencias de la autoexplotación
Si me conoces, ya intuirás lo que voy a decir: en la vida no hay extremo que valga la pena o que sea saludable. Si trabajas muy poco, necesitas mejorar tu productividad, pero si trabajas demasiado, acabarás reduciendo tu eficiencia y tendrás que descansar para compensarlo… o acabarás quemado.
Es más, según los especialistas, la autoexplotación es otro problema más de gestión del trabajo que puede llevar a problemas muy serios de salud mental, y que, por tanto, es algo que no se puede obviar.
Al intentar “llegar a todo”, sin un control equilibrado de tu tiempo, acabas quedándote sin vida social, cambiando tu estilo de vida, viviendo para trabajar, no trabajando para vivir.
Mira, no importa que estés trabajando en lo que más te gusta. Ningún cuerpo es inmortal ni tu mente tiene tampoco energía infinita: necesitas recuperarte, o de lo contrario te pasará algo como esto:
Burnout
El burnout o “quemarse” es una de las consecuencias que personalmente más he visto entre los que trabajan demasiado. Y digo que lo he vivido porque he visto cómo les pasaba a muchos compañeros y amigos, que siempre estaban trabajando y, después de muchos meses, un día de repente entregan su dimisión al jefe. Yo no he llegado a ese extremo, pero sí que he tenido días en los que me costaba horrores ponerme a trabajar.
Cuando veo que alguien se quema suelo pensar “¿de qué le ha servido todo esto?”, porque, honestamente, si quieres llegar lejos no puedes querer correr y hacerlo todo. Necesitas visión de largo plazo para triunfar con cualquier negocio, y no puedes ir cargándote a la espalda responsabilidades sin pensar en si realmente puedes con ello en ese momento.
Como ves, alguien que acaba dejando un trabajo por burnout es porque ha estado apretando como un loco, y como digo, el mismo hecho de dejarlo todo hace que lo de antes (en parte) haya sido una pérdida de esfuerzo y tiempo. Sería una pena que te pasara a ti, así que DESCANSA. Hablaremos de esto más adelante.
Depresión
Por supuesto, la depresión es otro de los síntomas inequívocos de estar trabajando demasiado. Es una manera que tiene el cuerpo de reaccionar y decirte “PARA”.
Cuando tienes depresión, te puede costar mucho levantarte de la cama y no tienes ganas de hacer nada. Además, te cuesta mucho tomar decisiones y concentrarte como antes. Por tanto, es normal que te sientas incapaz de trabajar como lo hacías hasta ahora y, claro, dejas de poder hacerlo.
Fatiga crónica
Muy parecido a la depresión está la fatiga crónica, una fatiga extrema que se diagnostica por durar al menos 6 meses y que no tiene explicación médica concreta más allá de lo psicológico.
A menudo, los trastornos del sueño pueden empeorar o provocar estos síntomas, así que es normal que alguien que duerme poco y mal porque trabaja todo el día como un loco acabe teniendo problemas de este tipo.
Por supuesto, así no se puede trabajar.

Cómo combatir la autoexplotación
Verás, he visto cómo le pasaba a compañeros míos, pero la verdad es que yo también he sufrido algunas veces los excesos de la autoexplotación.
Si crees que eres un workaholic o no sabes gestionarte y esto te está llevando a la autoexplotación, cosa que a mí me ha pasado, te recomiendo que revises estos puntos:
Controla mejor tu agenda
A veces, la autoexplotación puede surgir por no tener nunca claros cuáles son tus plazos de entrega estimados, cuánto tardas en hacer las cosas, y en aceptar cualquier encargo.
Empieza a calcular cuánto tardas en hacer las cosas a un nivel aceptable, hazlo con herramientas como Toggl Track, donde tienes la opción de indicar qué tarea estás haciendo y subdividirla tanto como quieras. Así, podrás calcular mejor en tu agenda cuando te pidan de hacer algo y no te verás obligado a cumplir con los plazos haciendo siempre horas extra.
Te lo digo porque soy consciente por mis compañeros (por suerte, en este caso no para mí porque me organizo mucho…) que la falta de organización es una de las principales causas de la autoexplotación y el burnout.
DES-CAN-SA
El descanso es FUN-DA-MEN-TAL. Si no descansas suficiente, es inevitable que tarde o temprano tu cuerpo acabe buscando maneras de obligarte a hacerlo.
Hemos hablado en el blog largo y tendido sobre este tema en todas sus vertientes:
- Desconectar del trabajo
- Vista cansada
- Hábitos para dormir bien
- Cómo dormir mejor
- Jornada laboral de 4 días
El descanso es algo sagrado y tienes que respetarlo, o te acabará jugando una mala pasada. Además, dormir bien te hará trabajar más contento y dar lo mejor de ti. De hecho, es más productivo trabajar 3 horas y dormir 8-9 que a la inversa. Te lo digo yo, que lo he comprobado.
Flexibiliza tu agenda
Si eres del otro extremo, es decir, una persona que intenta controlar todo lo que hace con tareas, estás en mi equipo. Esta es la principal causa por la que yo he acabado autoexplotándome sin darme cuenta, basándome en expectativas surrealistas. Aunque estoy trabajando en ello y ya consigo algunos resultados, sigo mejorando poco a poco y tratando de superar este problema que llevo arrastrando desde que empecé a trabajar para mí.
A veces me cuesta recordar que no soy un robot y que no puedo cumplir a rajatabla todos los objetivos que me pongo por delante. A veces, simplemente, me pongo delante mi agenda y mi objetivo es cumplirlo TODO, siempre a poder ser superando expectativas, pero hay que tener claro que no siempre es posible.
El cuerpo humano es biológico, vulnerable, y está sujeto a muchos factores que son imposibles de controlar. No solo pasamos por ciclos hormonales y lo que comemos nos afecta, sino que a veces, por alguna razón, estamos menos enérgicos o decaídos, y hay que saber adaptarse a esas circunstancias, y saber aceptar que no vamos a llegar a ese objetivo. Esto es algo que me está costando, porque siento que estoy procrastinando cuando no llego al objetivo, pero el propio cuerpo te lo dice haciéndote sentir muy cansado… y hay que hacerle caso. Por ejemplo, esta semana tengo pensado tomarme un día más de fiesta porque mi cuerpo lleva tiempo avisándome.
Siempre hay que buscar el equilibrio entre trabajo y descanso, y si no te ha quedado suficiente claro con este artículo sobre autoexplotación, no sé qué lo hará. Recuerda que tener un horario flexible o trabajar para ti mismo no significa que debas trabajar mil horas seguidas, sino que ahora eres TÚ el responsable de gestionar tu tiempo y de hacerte feliz. Te lo mereces, así que esfuérzate en conseguirlo.